El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador respondió rápido a la renuncia que presentara esta mañana el secretario de Hacienda y Crédito Público, Carlos Urzúa, y en su lugar nombró al segundo al mando en la dependencia, Arturo Herrera Gutiérrez.
Herrera estuvo a cargo de la Subsecretaría de Ingresos y antes, previo a su trabajo en la actual Administración, laboró en el Banco Mundial como responsable de la Unidad de Gobernanza para el sudeste asiático.
El nuevo secretario de Hacienda trabajó también en el sector privado, en temas de banca de inversión.
Cuando López Obrador era jefe de Gobierno de Ciudad de México (2000-2005), Herrera fue su secretario de Finanzas y director general de Administración Financiera.
"Es un profesional en Economía, con virtudes de humanismo y
honestidad. Es de toda mi confianza", dijo López Obrador en un video difundido en redes sociales.
Desencuentros
Como subsecretario de Hacienda, Herrera tuvo algunos roces con López Obrador.
En marzo, el ahora secretario declaró que la construcción de la refinería de Dos Bocas, en el estado de Tabasco, se retrasaría porque 2.500 millones de dólares de la obra se destinarían a incrementar la producción de Petróleos Mexicanos (Pemex).
En respuesta, López Obrador negó toda postergación. "No hay retrasos en la construcción. Estamos muy bien y se va a construir la refinería, se va a terminar en tres años, como se contempló, y va a costar entre 6.000 y 8.000 millones de dólares", señaló el mandatario.
A principios de abril, Herrera declaró que el Gobierno federal analizaba imponer un impuesto al automóvil (tenencia) para aumentar los ingresos tributarios. Al día siguiente, López Obrador lo contradijo y aseguró que el gravamen de tenencia no regresaría, que sería algo que querrían sus adversarios para señalar que el mandatario incumplía sus compromisos de campaña.
Renuncia de Urzúa
La renuncia de Urzúa fue un duro golpe a la actual Administración, no solo porque es la quinta salida de alto nivel en menos de ocho meses, sino porque el exsecretario justificó su decisión argumentando que en el actual Gobierno se han tomado "decisiones de política pública sin suficiente sustento" y sin evidencia.
La decisión de Carlos Urzúa provocó que el dólar estadounidense se disparara, al pasar de 19,30 a 19,55 pesos mexicanos por dólar, lo que representa el peor nivel desde finales de mayo. La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) también registró pérdidas de casi 1,4 %.
Al anunciar a Herrera, López Obrador confió en que continuarán haciendo las cosas bien para lograr "más empleos y que haya más bienestar".
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