El gobernador de Luisiana (Estados Unidos), John Bel Edwards, ha declarado este 10 de julio el estado de emergencia en todo ese estado norteamericano ante la llegada de una tormenta tropical que podría convertirse en un huracán, según ha comunicado a través de su cuenta en Twitter.
Las previsiones son que el sistema de baja presión en el golfo de México produzca "marejadas ciclónicas, vientos con fuerza de huracán y hasta 15 pulgadas [más de 38 centímetros] de lluvia" en esa región de EE.UU., ha detallado ese mandatario.
Las redes sociales se han llenado de fotos y videos tomados en calles completamente inundadas de las ciudades más afectadas por las lluvias, sobre todo Nueva Orleans. Tanto las autoridades de esa localidad como el Servicio Meteorológico Nacional de EE.UU. han emitido advertencias en las que instan a los residentes de la zona afectada a que se mantengan alejados de las carreteras.
En múltiples videos que han compartido en la Red los presentes en Nueva Orleans se aprecian vehículos atorados por el alto nivel de las aguas y en algunas áreas de esa ciudad las precipitaciones han provocado que las personas se tengan que desplazar en canoas o incluso "nadando", según muestra una publicación compartida desde el lugar de los acontecimientos.
El Ayuntamiento de Nueva Orleans ha cerrado y las autoridades locales han indicado a los empleados cuya labor no es esencial que permanecieran en casa. Por su parte, el Aeropuerto Internacional Louis Armstrong ha registrado varios retrasos en sus vuelos.
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