Nada queda de la rutilante sonrisa con la que un joven habitante de Perth, Australia, ganó en su momento el premio mayor de la lotería de ese país, dotado con 30 millones de dólares australianos (20,7 millonesde dólares estadounidenses). A la vuelta de pocos años, perdió toda esa fortuna en malas inversiones, que incluyeron inmuebles y objetos de lujo.
La historia de Sherif Girgis se dio a conocer la semana pasada, tras años de litigio en tribunales contra un agente inmobiliario –y además alcalde adjunto de Perth– al que acusó de darle malos consejos sobre cómo invertir su dinero.
Al ser bendecido por la suerte en 2007, Girgis, por entonces un estudiante de 23 años, se dirigió a Russell Poliwka, quien era para el momento concejal de Joondalup, ciudad satélite de Perth. Siguiendo sus orientaciones, compró un bar, un lujoso yate, un club nocturno e inmuebles con vistas oceánicas, informa The West Australian.
Pronto estas inversiones empezaron a producir pérdidas. En tres años el pub, cuya reconstrucción le costó al joven 1,3 millones de dólares australianos, perdió un millón. Otros proyectos también resultaron un fracaso. Se reveló, por ejemplo, que el precio que pagó originalmente por el club nocturno (2,65 millones) había sido exagerado.
Para 2012 a Girgis le quedaban solo cinco millones de dólares australianos (3,5 millones estadounideses) del premio inicial. Dos años más tarde demandó al hombre al que le había encargado manejar su dinero.
La Corte Suprema dictaminó la semana pasada que Poliwka deberá retribuirle a Girgis 1,4 millones de dólares estadounidenses.