La Abogacía del Estado español presentó este miércoles una demanda de casi 100 folios para reclamar a la familia del dictador Francisco Franco la devolución de las Torres de Meirás, un antiguo palacete localizado en el municipio de Sada, comunidad autónoma de Galicia, que era utilizado como residencia de verano por el militar, que gobernó de facto el país desde el final de la guerra civil, en 1939, hasta 1975, año en que falleció.
Aquel establecimiento construido a fines del siglo XIX fue la residencia de la escritora Emilia Pardo Bazán hasta su muerte, en 1921. Años más tarde, esa importante propiedad pasó a manos de Franco y su familia, cuyos herederos mantienen como propia hasta hoy. El comprobante de la transacción se rubricó en 1941, sin embargo, los letrados denunciantes hallaron un acta notarial de 1938 donde se detalla que los legítimos propietarios de ese momento le habían vendido antes la propiedad a la Jefatura del Estado.
No pudo vender el lugar dos veces
El razonamiento del Ejecutivo es que la familia de la escritora no pudo vender el lugar dos veces, entonces, la compraventa de 1941 debería ser considerada como falsa. En efecto, según la demanda planteada por la Administración de Pedro Sánchez, aquel escrito revelaría que esa operación se habría realizado para simular una adquisición ficticia. De hecho, se cree que tres años antes el líder fascista obligó a los vecinos del lugar a costear la compra de esa finca, que luego trató de formalizar con comprobantes más formales, aunque irregulares.
Previo a esta medida judicial, en 2018 se trasladó una resolución unánime del Parlamento de Galicia para que el Gobierno central iniciara acciones legales para recuperar aquel sitio como un patrimonio público. Así, desde el oficialismo se cree que este documento puede demostrar que antes de que Franco inscribiera la propiedad a título personal, ya había sido adquirida previamente por la Jefatura local.
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