Yazmin Juárez, una migrante de Guatemala, ha declarado este 11 de julio ante el Congreso de Estados Unidos que su hija de 19 meses murió el año pasado como resultado de "negligencia y maltrato" a raíz de su retención en un centro fronterizo estadounidense.
Esta mujer ha explicado que se dirigió a EE.UU. porque temía por su vida y la seguridad de su hija, pero la pequeña Mariee falleció por una infección pulmonar de origen vírico semanas después de ser liberada de ese recinto.
La madre de la fallecida ha asegurado que las condiciones en ese Centro Residencial Familiar de Dilley (Texas) no cumplían los mínimos de sanidad porque allí las encerraron "en una jaula con más de 30 personas, mamás y niños" y las "obligaron a dormir en un piso de concreto".
Juárez ha destacado que a su hija se le negó varios veces la atención médica propia que requiere un menor con fiebre alta y que las medicinas que le dieron habrían empeorado su estado.
Cuando Mariee fue hospitalizada era demasiado tarde: "Lastimosamente, vi morir a mi niña. Lenta y muy dolorosamente", ha lamentado entre lágrimas esta madre.
A pesar de su pena, esta mujer confía en que su historia "estimule al Gobierno de EE.UU. a actuar para que niños no mueran por negligencia y maltrato", ya que "no puede ser tan difícil" que ese país no pueda "proteger a los niños".