Medios colombianos reportan la detención por "abuso carnal abusivo a menor de edad y femicidio agravado" de Édinson Díaz Sarmiento, señalado por las autoridades colombianas como presunto femicida de la niña Sharik Alejandra Buitrago Ray, de diez años, en el departamento del Guaviare, en la Amazonía colombiana.
Este crimen, que ha conmocionado al país suramericano y que ha reavivado el tema de la cadena perpetua para los violadores, ocurrió en el municipio El Retorno, a unos 30 kilómetros de la capital del Guaviare, donde el cuerpo semidesnudo de la pequeña fue hallado en una casa abandonada con signos de abuso sexual y dentro de un contenedor de basura.
Su desaparición fue reportada a las 6:00 de la tarde por sus familiares a las autoridades que, tras revisar las grabaciones de las cámaras de seguridad, se percataron de que un hombre, que fue identificado por la comunidad, le habría dicho unas palabras y se la llevó del lugar.
¿Qué ocurrió?
Las investigaciones han arrojado que la niña estaba sentada a las afueras de un supermercado, donde había ido a hacer tareas con una compañera de clases, cuando un conocido se le acercó y la sacó del lugar. La pequeña le había enviado un mensaje a su madre informándole que en breve retornaría a su casa.
Según el alcalde de El Retorno, Óscar Ospina, los habitantes del sector reconocieron al sujeto del video, fueron a su vivienda y lo mantuvieron retenido por varias horas hasta que confesó. En un principio habría tratado de engañar a las autoridades al presentar la documentación de su hermano.
El padre de la infante, Alejandro Buitrago, relató que llegó al lugar del hallazgo porque le habían dicho que ahí estaban los zapatos de la infante. "La buscamos dentro de esa casa abandonada y cuando llegamos, estaba dentro de una caneca (recipiente de basura)", recoge 'Decibeles'.
Reacción de la comunidad
Ante la presión de los habitantes de El Retorno, que conocían la existencia del video, el hombre confesó el crimen y manifestó que había abandonado el cuerpo en una vivienda a una hora de distancia del lugar.
Afuera de su casa había un grupo de personas enardecidas que, entre llanto y gritos golpeaban a Díaz Sarmiento, según el relato de Jorge Eliécer Rayo, uno de los tíos de la pequeña. Posteriormente, fue llevado al Hospital de Guaviare bajo custodia policial.
Los medios colombianos han informado que el presunto femicida supuestamente posee tres procesos judiciales por acceso carnal y diez anotaciones judiciales relacionadas con violencia intrafamiliar, hurto calificado y actos sexuales en vía pública.
De encontrarse culpable, deberá cumplir una pena de 60 años, según quienes llevan la investigación.
Protestas
Este hecho, inédito en esta comunidad de unos 20.000 habitantes, hizo que sus miembros salieran a las calles la tarde del jueves a pedir justicia y castigo a los responsables.
De igual manera, el presidente de Colombia, Iván Duque, calificó el hecho como un "crimen abominable" y pidió al poder Legislativo avanzar en proyectos de ley para aplicar la cadena perpetua a agresores y asesinos de menores de edad, que es rechazada por un sector del país.
Los internautas también manifestaron su repudio por el hecho y cuestionaron que el presunto autor hubiera estado en libertad, a pesar de supuestamente tener 10 anotaciones judiciales.
Se reaviva una polémica
El debate sobre la cadena perpetua se ha reavivado, en medio de este crimen. En los medios de comunicación y redes, distintas voces se muestran a favor y en contra.
Quienes coinciden con Duque han expresado que este tipo de sanción puede prevenir estos hechos en contra de los infantes.
Los que se oponen, califican la propuesta como una "estrategia electoral", a tres meses de las votaciones regionales, o como una medida "populista" que ya existe porque la máxima pena en el país suramericano es de 60 años.
Las cifras de abuso sexual a menores de edad en Colombia son alarmantes. Entre enero y abril de este año, 8.230 fueron víctimas de algún tipo de violencia de este tipo; mientras que en 2018, 64 niños fueron abusados sexualmente cada día, lo que corresponde a 23.798 casos. De ellos, el 74,4 % son niñas, según el Instituto de Medicina Legal.