El barco de carga Kwai atracó la semana pasada en la isla de Honolulu (Hawái, Estados Unidos) con casi 40 toneladas de redes de pesca y residuos plásticos que había retirado de una zona del océano Pacífico cubierta de desechos marinos en apenas 25 días, según informó el Foro Económico Mundial (FEM).
En esta expedición, la organización sin ánimo de lucro Ocean Voyages Institute (OVI) utilizó imágenes satelitales para abordar de manera específica equipos de pesca desechados.
De acuerdo con el FEM, cada año se abandonan más de medio millón de toneladas de redes de plástico en los océanos de todo el mundo y ese hecho provoca la muerte a alrededor de 380.000 mamíferos marinos.
Se estima que la corriente oceánica conocida como Giro del Pacífico Norte contiene cerca de 1,8 billones de objetos de plástico que pesan alrededor de 80.000 toneladas. Esa masa de residuos se encuentra entre Hawái y California y cubre una extensión que equivale al triple del territorio de Francia.
Panorama "desconcertante"
OVI ya había realizado nueve viajes de limpieza en esa zona, pero esta última expedición fue la más grande y exitosa. Su fundadora, Mary Crowley, estima "desconcertante" navegar por lo que "hace unas décadas era una prístina naturaleza oceánica" que hoy en día está "repleta de basura tan familiar".
La presión por limpiar el océano Pacífico aumentó desde que se descubrió que la isla Henderson (Islas Pitcairn, Reino Unido), declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, contiene 38 millones de piezas de plástico, mientras que cada año se retiran cerca de 20 toneladas de residuos plásticos del atolón Midway que ponen en riesgo la mayor población mundial de albatros de Laysan.
Los países de esa región han tomado diversas medidas para reducir los residuos y aumentar el reciclaje. Por ejemplo, el año pasado Vanuatu lanzó una mancomunidad para limpiar los océanos y a esa iniciativa se sumaron Australia, Barbados, Canadá o Nueva Zelanda.
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