El norteamericano William Bennett, de 66 años, murió la semana pasada a causa de una bacteria carnívora tras nadar en varios lugares de Florida (Estados Unidos) pocos días antes y debido a que los médicos descartaron que tenía esa infección, informan medios locales.
Su hija, Cheryl Bennett Wiygul, explicó a través de Facebook que ese varón comenzó a tener fiebre, escalofríos y calambres al unas 12 horas después de haber ido a la playa y, poco después, apareció una gran llaga negra en su espalda.
Tras acudir a un hospital, los médicos descartaron que Bennett tuviera una fascitis necrosante y no le practicaron una biopsia. Posteriormente, la úlcera aumentó de tamaño, apareció otra y varios bultos en sus extremidades y falleció pocas horas después.
Esa mujer detalló que no quería "asustar a la gente" para que dejen de ir "a la playa o a nadar", sino destacar que deben "ser más cautelosas" y "reconocer los síntomas" para que nadie más sufra el destino de su padre.
La autopsia reveló que William Bennett alojaba la bacteria carnívora 'Vibrio vulnificus', que normalmente se halla en aguas cálidas y que penetra en seres humanos a través de heridas en la piel o cuando ingieren marisco o pescado crudo.
Ese microorganismo puede provocar una fascitis necrosante, una enfermedad por la que mueren un tercio de los pacientes, según indican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU.
Otros casos
En junio, una mujer de 77 años ya falleció por fascitis necrosante tras caer al agua y cortarse una pierna en una playa de Florida, mientras que a finales de ese mes pasado una niña de 12 años resultó infectada por uno de esos bacilos en un balneario del mismo estado norteamericano. Sus médicos han logrado controlar la infección tras tres operaciones, pero no descartan que vuelva a pasar por quirófano y tendrá que someterse a un largo tratamiento para volver a caminar.
Ya en julio, trascendió que un hombre se infecto con esta bacteria carnívora sin ni siquiera haberse bañado en aguas donde se reproduce, aunque fue tratado a tiempo y se recupera del suceso. Además, se conocieron otros dos casos en Florida: una mujer contrajo ese microorganismo en Casselberry y otra en una playa ubicada en la costa oeste de esa región.