El presidente de EE.UU., Donald Trump, y su secretario de Estado, Mike Pompeo, estudian varias opciones para responder a la compra de los sistemas de defensa rusos S-400 por parte de Turquía, informa Reuters.
La portavoz del Departamento de Estado, Morgan Ortagus, indicó que una decisión al respecto se encuentra "en proceso" y confirmó que ambos políticos analizan "todas las opciones" en el marco de la denominada Ley para Contrarrestar a los Adversarios a través de Sanciones (CAATSA, por sus siglas en inglés).
Previamente se reportó que funcionarios de la Administración Trump habían preseleccionado uno de los tres conjuntos de medidas detallados en la CAATSA. Según se especuló, ese paquete sin especificar podría ser anunciado a finales de esta semana.
En Washington continúa la expectativa en torno a potenciales repercusiones contra Ankara, a pesar de que este martes el mandatario estadounidense lamentara que su país se viera privado de miles de millones de dólares por una prohibición de venta de cazas F-35 a Turquía.
En detalle, Trump calificó como "injusto" que EE.UU. ahora se encuentre dando marcha atrás a la comercialización de más de 100 de esos aviones, cuando en un principio tuvo la oportunidad de evitar esta situación mediante un acuerdo para la venta de los sistemas de defensa norteamericanos Patriot, que la Administración de Barack Obama se negó a vender a su aliado de la OTAN.
Por su parte, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, declaró que la entrega de los S-400 a su país se completará en abril del 2020. Adelantó además que el nuevo objetivo de Ankara será la producción conjunta con Rusia de este material militar.
El mandatario turco estimó que el acuerdo con Rusia sobre los S-400 es "el más importante" de la historia de su nación. También destacó que con la adquisición de esos sistemas antimisiles, Ankara "no se prepara para una guerra", sino que pretende "garantizar la paz y la seguridad nacional".
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