Un cargamento de 384 kilos de cocaína fue detectado por las autoridades australianas, en Sídney, oculto dentro del brazo hidráulico de una excavadora. El operativo terminó con la detención de dos personas.
La máquina había llegado procedente de Sudáfrica y, luego de pasarla por los controles de rayos X, miembros de la Fuerza Fronteriza Australiana (ABF, por su sigla en inglés) encontraron en ella centenares de paquetes de un kilo de la droga, que en total está valuada en unos 144 millones de dólares australianos (101 millones de dólares).
Según estimaron, la cocaína iba a ser distribuida en las ciudades de Melbourne y Canberra, así como en las estaciones de esquí de las Montañas Nevadas.
Tras detectar el cargamento, las autoridades decidieron entregar la excavadora a sus destinatarios. Así, la policía pudo rastrearlos y el pasado domingo 14 de julio realizó un operativo en Bungendore, Nueva Gales del Sur, en el que detuvo a dos personas, quienes fueron acusadas del delito de importación de drogas. Al día siguiente fueron llevadas ante la Justicia, sin que ninguno solicitara la libertad bajo fianza.
Sharon Huey, comisionada adjunta de operaciones de la ABF, definió el contrabando en cuestión como "altamente sofisticado" y destacó el trabajo conjunto para evitar que "sustancias dañinas se infiltren" en el país.