Una tardígrada con extraños fragmentos de material reluciente en su interior, descubierto en las orillas mohosas del ría Saja en el norte de España, ha dejado desconcertados a los científicos, informa el portal Science Alert.
Se trata de una de las criaturas más misteriosas del planeta. Los ejemplares adultos de los también conocidos como osos de agua alcanzan casi medio milímetro de longitud, mientras que los más pequeños pueden medir incluso diez veces menos.
Son capaces de sobrevivir en el vacío o en condiciones de presión y temperatura extremas, así como resistir hasta diez años sin obtener agua.
El hallazgo fue realizado por el biólogo español Rafael Martín Ledo con ayuda de una técnica de microspcopía de contraste, que permite resaltar cambios en el brillo y en estructuras diminutas.
El científico publicó a través de Twitter un video de la criatura de ocho patas retorciéndose con su estómago repleto de puntos luminosos, sugiriendo que el material brillante corresponde a cristales de aragonito, una forma cristalina de carbonato de calcio comúnmente presente en las conchas de los moluscos.
Las tardígradas poseen bocas tubulares y armadas con un par de estiletes —unos dientes con forma de cristal que utilizan para perforar plantas u otros diminutos invertebrados y chupar sus fluidos— los cuales están compuestos de aragonito casi en su totalidad.
Así, el ejemplar observado en microscopio pudo haberse tragado accidentalmente partes de su propia boca durante su último proceso de muda, sospecha Martín Ledo.
Sin embargo, el biólogo molecular de la Universidad de Keio (Japón) se mostró escéptico ante tal explicación, señalando que el aparato bucal de esa especie "normalmente es expulsado durante la muda", por lo cual "no permite el consumo directo de estructuras quitinosas".
"Están optimizados para atravesar el exoesqueleto quitinoso y succionar el fluido corporal", explicó en declaraciones al portal Science Alert. Y añadió que, de ser cierta la presencia de cristales de aragonito en el interior de la criatura, su único origen posible sería el consumo de algas o bacterias.
Sin embargo, concluyó que será necesario realizar una investigación biológica más profunda para determinar el tipo de material brillante observado por su colega español.
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