Un niño de 11 años alérgico a los lácteos murió el pasado mes de junio en Reino Unido tras comer parte de un chocolate que su padre le había comprado por error, ya que creyó que era compatible con la enfermedad de su hijo. El hombre debió responder ante la Justicia por la muerte de su hijo, ocurrida el pasado 8 de junio.
Tras ingerir cuatro trozos, Raffi Pownall comenzó a vomitar. De inmediato, sus padres intentaron asistirlo y le dieron su inhalador y una medicación, pero no pudieron hacer que su estado mejorase, por lo que pidieron la asistencia de una ambulancia, publicaron este lunes medios locales.
Tras revisar el envoltorio del chocolate, comprobaron que no contenía gluten pero sí llevaba leche en polvo.
El niño fue trasladado al Hospital Royal Blackburn, donde murió horas después por anafilaxis, una grave reacción alérgica, según reveló la autopsia.
El padre del menor, Thomas Pownall, fue citado por la Justicia para dar explicaciones sobre lo sucedido, aunque finalmente fue exculpado, ya que el tribunal consideró que "hizo todo lo que pudo" para salvar a su hijo.
"Explicó que Raffi había vomitado en ocasiones en que había bebido leche y luego se recuperaba", comentó el juez de instrucción Richard Taylor, que concluyó que se trató de una "muerte accidental".