¿Por qué un grupo de bebidas alcohólicas ha causado la muerte de 20 personas en Costa Rica?

El Ministerio de Salud ha determinado que varias marcas de licor han sido adulteradas con metanol, un tóxico compuesto químico.

Un total de 20 personas han fallecido en Costa Rica, producto de la ingesta de alcohol adulterado con metanol, según el Ministerio de Salud de ese país.

La cartera de Salud del país centroamericano, junto a la Policía de Control Fiscal, allanó este miércoles una distribuidora de alcohol en la provincia de San José, para investigar si uno de sus productos ha sido adulterado con metanol, un compuesto químico volátil utilizado en la elaboración de combustibles y disolventes.

Según el reporte del ministerio, en el lugar, ubicado en San Isidro de Coronado, a media hora de la capital del país centroamericano, se encontraron vinos y licores sin registro sanitario, que fueron decomisados.

Las autoridades costarricenses han pedido no consumir ni adquirir un grupo compuesto por siete bebidas, de las cuales han sido decomisadas 30.000 envases:

¿Qué arrojan los estudios?

Hasta el pasado 22 de julio se habían contado 41 personas intoxicadas. De estas, fallecieron 20 por presuntamente haber ingerido metanol.

Estudios preliminares hechos a las víctimas arrojaron, según el Ministerio de Salud, la mayoría padecía de alcoholismo crónico. Todas las personas son mayores de 30 años: hay 15 hombres y cinco mujeres.

Según ha explicado el propio ministerio, la cantidad perjudicial de alcohol metílico para los seres humanos depende su estado de pureza, del peso de la persona y de su consumo regular de licor. Sin embargo, una dosis de 0,2 mililitros de este compuesto al 100% por cada kilogramo de peso corporal, podría ser tóxica.

Entre los síntomas al ser ingerido, se encuentran: dificultad respiratoria, visión borrosa, afectaciones en el sistema nervioso, fuerte dolor abdominal, vómitos y presión arterial baja, por citar algunos.

Por otra parte, Policía investiga a unas 13 bandas delictivas que se dedican a la venta de estas bebidas venenosas, ofrecidas en el mercado a un precio muy inferior del establecido, recoge La Nación.