El presidente del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil, Dias Toffoli, ordenó a la petrolera estatal Petrobras suministrar combustible a los dos buques comerciales iraníes varados desde hace 50 días en el puerto de Paranaguá, en el estado brasileño Paraná, según informa el diario Folha de S. Paulo.
Petrobras se negaba a proveer combustible a las embarcaciones porque pertenecen a una compañía incluida en la lista de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Gobierno de EE.UU.. La petrolera temía recibir sanciones o ser incluida en la misma lista.
Toffoli argumentó que la empresa brasileña Eleva Química, responsable de las embarcaciones, no está en la lista de EE.UU. y, además, no hay posibilidad de que Petrobras sufra sanciones si el abastecimiento se realiza por orden judicial. El magistrado advirtió también de los daños que puede ocasionar este suceso a la balanza comercial de Irán, el mayor comprador de maíz brasileño.
Según el diario, uno de los buques ya embarcó 50.000 toneladas de maíz, mientras que el otro está a la espera de un cargamento de 60.000 toneladas. Se estima que el valor total de la carga ronda los 100 millones de reales (más de 26 millones de dólares).
Nuevos proveedores
El martes, el embajador de Irán en Brasilia, Seyed Ali Saghaeyan, advirtió a las autoridades brasileñas que su país podría encontrar nuevos proveedores si la petrolera continuaba impidiendo el suministro de combustible a los buques, según informaciones de Bloomberg. Cada año Brasil exporta a Irán alrededor de 2.000 millones de dólares en productos como maíz, carne y azúcar.
Las buenas relaciones entre ambos países –establecidas en 1903– cambiaron tras la llegada al poder del presidente Jair Bolsonaro. Firme partidario de su homólogo estadounidense, Donald Trump, el mandatario brasileño advirtió a los exportadores brasileños del riesgo de comerciar con Irán.
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