En Brasil, el Partido de los Trabajadores presentó una demanda ante el Fiscal General por un supuesto abuso de autoridad de Sergio Moro. La formación política denuncia que el ministro de Justicia y Seguridad Pública pidió a las autoridades que las filtraciones en su contra sean destruidas, informan medios locales.
Se trata de las conversaciones obtenidas por un grupo de 'hackers' que fueron detenidos esta semana. Los diálogos crearon un gran revuelo ya que, entre otras cosas, mostraron la supuesta injerencia del exjuez en la operación anticorrupción Lava Jato, y cómo se coordinó con los fiscales para encarcelar al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Además, el PT denuncia que Moro tuvo acceso a información confidencial, lo que se considera un delito. "Inicialmente, es importante resaltar el hecho sorprendente de que el ministro de Justicia tiene acceso a los datos de una investigación confidencial iniciada recientemente por la Policía Federal", destaca un extracto del documento.
Con estos antecedentes, el partido pide el arresto del ministro y su destitución del cargo público. "¡No hay duda! Moro es el jefe del esquema criminal Lava Jato para destruir la democracia brasileña, y ha estado utilizando el puesto de ministro de Justicia sin la menor vergüenza para tratar de protegerse", comentó Paulo Pimenta, líder de la bancada política.
El analista internacional Marcial Suarez afirmó a RT que el intento de Sergio Moro de intervenir en la indagación en su contra tiene una implicación negativa. Esta situación ha levantado "algunos cuestionamientos porque justamente no se pueden destruir las pruebas antes de que toda investigación haya sido terminada", precisó el experto.
Supuestamente, los sospechosos admitieron haber entregado estos diálogos al medio The Intercept, que a su vez filtró las charlas. Después, se conoció una nueva orden de Moro para deportar a estas personas consideradas "peligrosas" para el Gobierno, mientras que uno de los fundadores del portal, Glenn Greenwald, criticó duramente la medida.