Wanda Vázquez, secretaria de Justicia de Puerto Rico, anunció el domingo que no desea convertirse en gobernadora de ese territorio tras la renuncia de Ricardo Rosselló, pese a que por ley recae en esa funcionaria asumir el cargo.
Inicialmente, el sucesor de Rosselló debió ser Luis Gerardo Rivera, secretario de Estado de la isla, pero ese oficial también había renunciado por verse involucrado en los polémicos intercambios de mensajes con el gobernador que provocaron la ola de protestas que provocó su dimisión.
Por orden constitucional, Vázquez resultó tercera en la línea de sucesión, pero esto fue inmediatamente rechazado por manifestantes tanto en las calles como en Twitter, donde fue tendencia el 'hashtag' #WandaRenuncia al darse a conocer la noticia.
Vázquez, que meses atrás había sido absuelta de una acusación por hacer un uso indebido de su cargo, ahora se enfrenta a una nueva investigación por posibles irregularidades, según anunció el jueves la Oficina de Ética Gubernamental en el territorio.
En detalle, mensajes filtrados ese mismo día involucran a la funcionaria en un presunto intento de evitar perjuicios judiciales contra los intereses de Rosselló y sus allegados en el marco del manejo de fondos de ayuda tras el huracán María.
Vázquez, miembro del Partido Nuevo Progresista al igual que Rosselló, sostiene que su labor ha sido "íntegra y honesta". "Las interpretaciones publicadas hoy corresponden a ataques viciosos que pretenden atacar nuestra integridad. La interpretación que se le ha dado a estos asuntos es falsa y difamatoria", declaró.
Tras haber dirigido la Oficina de la Procuradora de las Mujeres de Puerto Rico desde 2010, la abogada de 58 años fue nombrada en enero de 2017 secretaria de Justicia, un puesto equivalente al de fiscala general. Previamente, la funcionaria había fungido durante dos décadas como fiscal de distrito en el Departamento de Justicia, luego de haber trabajado para el Departamento de Vivienda durante la década de 1980.
Se reporta que la secretaria de Justicia, especializada en casos de abuso sexual y doméstico, fue objeto de críticas por no priorizar casos de violencia de género y, previamente, como Procuradora de las Mujeres, había causado controversia al recomendar a las puertorriqueñas portar armas de fuego para defenderse de la violencia doméstica.
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