El pasado 26 de julio la OMS divulgó una declaración en la que llamaba a prohibir la creación de bebés genéticamente modificados. Según el Director General de la organización, doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, ello "plantea desafíos éticos y técnicos únicos y sin precedentes".
"He aceptado las recomendaciones provisionales del Comité Asesor de Expertos de la OMS de que las autoridades reguladoras de todos los países no deben permitir ningún trabajo futuro en este ámbito hasta que se hayan sido examinadas debidamente sus implicaciones", afirmó Adhanom, refiriéndose a la opinión del consejo de científicos creado en diciembre del año pasado.
Los instrumentos de gobernanza necesarios para la prohibición efectiva de las manipulaciones con el genoma serán elaborados en el próximo encuentro del comité de expertos, que se celebrará en Ginebra a finales de este mes.
Reacción desde la comunidad científica
Aunque no sea una ley, la recomendación puede "frenar el entusiasmo" de quienes pretenden seguir adelante con el desarrollo de la tecnología, dijo a Wired Carolyn Brokowski, experta en bioética en la Universidad de Yale.
"Dada la incertidumbre actual, sería desafortunado para cualquier país o institución hacer algo que contradijera a la OMS", explicó.
Por su parte, el genético Fiódor Urnov, de la Universidad de Berkeley, afirmó que la medida es correcta pero no puede puede ser eficaz contra los individuos capaces de editar el genoma por iniciativa propia, como en el caso del chino He Jiankui, que anunció haber modificado el ADN de unas gemelas en noviembre del año pasado.
"Felicito a la OMS por haber adoptado una postura sobre lo que creo que es el lado correcto de la cuestión. […] Pero solo se trata de personas que operan dentro de los marcos regulatorios establecidos y por definición esto no puede abordar lo que un actor deshonesto puede hacer", afirmó el investigador.