El gobernador saliente de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, anunció que Pedro Pierluisi será su reemplazante en el cargo que deja, luego que este viernes la Cámara de Representantes aprobara su nominación como secretario de Estado.
De acuerdo a la Constitución local, el secretario de Estado es quien ocuparía el cargo de gobernador cuando este puesto quede vacante.
Sin embargo, la designación de Pierluisi no está aprobada por el Senado, como también lo establecen las leyes locales. Este órgano tenía previsto la discusión del tema para el miércoles de la próxima semana.
Rosselló invocó a la Ley 7 del 24 de julio de 1952 para justificar el posesionamiento de Puerluisi. Señaló que esa normativa establece que "no será necesario que el secretario de Estado haya sido confirmado para asumir la gobernación de manera permanente".
Al Tribunal Supremo
De acuerdo a medios locales, el nombramiento de Pierluisi deberá ir al Tribunal Supremo de Puerto Rico, órgano que decidirá si la decisión es inconstitucional o no.
El activista de derechos humanos puertorriqueño Samy Nemir-Olivares escribió en su cuenta en Twitter que acudirán a esa Corte para llevar el caso.
Hasta el momento, debido a la falta de pronunciamiento del Senado, se esperaba que el cargo de Roselló lo asumiera la secretaria de Justicia, Wanda Vázquez Garced.
No obstante, la funcionaria dijo, a través de Twitter, que no tiene "interés en ocupar el puesto de Gobernadora".
Protestas en San Juan
La decisión del mandatario molestó a cientos de personas que se habían concentrado en San Juan, en las cercanías de La Fortaleza, la residencia oficial del Gobernador de la isla.
"El abuso de este gobierno se tiene que acabar. Ya sabemos que el pueblo tiene el poder. Es hora de demostrarlo una vez más", escribió el activista de derechos humanos Pedro Serrano.
"Ya sacamos a Ricky, vamos por Pierluisi", es la nueva consigna de los manifestantes.
La renuncia
Rosselló renunció tras intensas protestas en Puerto Rico, luego que estallara a mediados de julio un escándalo por la filtración de 889 páginas de su conversación privada de Telegram, donde el propio gobernador y sus más cercanos colaboradores de la Administración intercambiaban mensajes con contenido violento, misógino y homófobo, así como burlas sobre periodistas, activistas y políticos.
La analista política y miembro de la Asociación de Economistas de Puerto Rico, Martha Quiñones, opina que los ciudadanos tienen razones para desconfiar del nuevo gobernador, ya que representa a la oligarquía local.