La reacción a un medicamento podría haber provocado que una estudiante de Cambridge se arrojara de una avioneta en Madagascar
La Policía está investigando la muerte de Alana Cutland —una estudiante de biología de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) de 19 años de edad— que falleció a finales de julio al arrojarse al vacío desde una avioneta tras abrir la puerta en pleno vuelo en Madagascar. Entre las posibles causas del raro comportamiento de la británica se baraja una reacción al medicamento.
El tío de la estudiante, Lester Riley, de 68 años, afirmó esta semana a Mail Online que la joven enfermó en la isla Cutland y dos días antes de abandonar el país "sonaba bastante incoherente" durante una conversación telefónica con su madre. "Pensamos que sufrió una reacción grave a varios medicamentos", admitió.
A pesar de que poco antes Daily Mail había informado de que la Policía investigaba la teoría de que la reacción a un fármaco contra la malaria podría haber provocado el comportamiento de Cutland, su tío expresó dudas al respecto. Riley opinó que otro tipo de medicinas provocó el suceso ya que la estudiante británica "ya había tomado aquellos [medicamentos contra la malaria] durante su viaje a China el año pasado sin ningún efecto secundario".
De tal manera que la familia califica el suceso como "un accidente trágico" y no un suicidio. "Ella estaba alucinando, estaba enferma, algo la hizo enfermar, debe de haber sido la reacción a un medicamento", subrayó.
La muerte
Alana Cutland se encontraba cursando el segundo año de su carrera y visitó un área remota del país africano con el propósito de estudiar una especie de cangrejo. Sin embargo, tras sufrir complicaciones a la hora de avanzar en su trabajo de campo, comenzó a padecer ansiedad y llegó a sufrir hasta cinco ataques de paranoia. Finalmente, sus padres organizaron desde el Reino Unido el regreso de su hija y para ello contrataron una aeronave ligera tipo Cessna.
Cuando la avioneta había alcanzado una altitud estable de aproximadamente 1.500 metros, Cutland se desabrochó el cinturón de seguridad y abrió la puerta lateral derecha del avión con la intención de saltar. Una conocida de la familia y el piloto alcanzaron a sujetarla de las piernas y la sostuvieron durante unos cinco minutos, pero la joven finalmente logró soltarse y cayó al vacío.