Kim Jong-un tacha el último lanzamiento de misiles de "advertencia" para EE.UU. y Corea del Sur
El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, ha calificado el lanzamiento de misiles realizado este martes por su país de "advertencia" para EE.UU. y Corea del Sur, informa la agencia KCNA.
Según la agencia, Kim observó este martes el lanzamiento de demostración de "misiles tácticos guiados de nuevo tipo".
Los dos proyectiles, lanzados desde la zona occidental de Corea del Norte, volaron a través de la península "sobre el área de la capital y la región interior central" para "golpear con precisión el objetivo del islote" en el mar frente a la costa este del país, precisó KCNA.
Los lanzamientos "verificaron claramente la fiabilidad, la seguridad y la capacidad de guerra real" del arma, detalló.
El líder norcoreano aplaudió el lanzamiento exitoso, una "acción militar" que -dijo- permite "enviar una advertencia adecuada al simulacro militar conjunto" que están llevando a cabo las autoridades de EE.UU. y Corea del Sur, recoge la agencia estatal.
EE.UU. no reaccionará "de forma exagerada"
Poco antes, el secretario de Defensa de EE.UU., Mark Esper, afirmó rumbo a Japón que Washington "no reaccionará de forma exagerada" a la serie de lanzamientos de misiles realizados por Pionyang en las últimas semanas, y que "la clave es mantener la puerta abierta a la diplomacia".
Al mismo tiempo, el jefe del Pentágono advirtió que Washington "observa de cerca" la situación y es "consciente de lo que está sucediendo". En este sentido, recalcó que los proyectiles lanzados este martes por Pionyang fueron misiles balísticos de corto alcance, y avanzó que hablaría sobre Corea del Norte con sus homólogos en Japón y en Corea del Sur durante su próxima visita a ambos países.
"Violación flagrante" de los acuerdos
El Ministerio de Exteriores de Corea del Norte condenó este martes los ejercicios militares conjuntos de EE.UU. y Corea del Sur, que calificó de "abierto desprecio y violación flagrante" de los acuerdos alcanzados para mejorar las relaciones entre Pionyang y Washington y garantizar la paz duradera en la península coreana.
Este tipo de acciones "agresivas" demuestran que las autoridades estadounidenses y surcoreanas "no tienen la voluntad política" para llevar a efecto las declaraciones conjuntas, y que mantienen su posición de "continuar enfrentándonos como enemigos", se lamentó un vocero de la Cancillería, citado por la agencia KCNA.
Aunque Pionyang sigue dispuesto a "resolver los problemas a través del diálogo", la situación actual "está reduciendo drásticamente" su deseo de cumplir los acuerdos con EE.UU. y Corea del Sur, lo que también "afecta a la posibilidad" de conversaciones futuras, asegura el portavoz. En este sentido, advierte que su país se verá "obligado a buscar un nuevo camino" si Seúl y Washington "afilan una espada" para dañar al Norte.