El multimillonario Jeffrey Epstein, de 66 años, apareció muerto en su celda este sábado y aparentemente se habría suicidado, informan medios locales citando a fuentes policiales.
Funcionarios familiarizados con el asunto precisaron a NBC News que el magnate se ahorcó en su celda. Las autoridades federales han confirmado que el FBI está investigando el "aparente suicidio" de Epstein.
Reportes preliminares señalan que una camilla que llevaba a un hombre parecido al recluso acusado de pedofilia salió del Centro Correccional de Manhattan alrededor de las 7 de la mañana (hora local) y fue trasladado en una ambulancia hasta el New York Downtown Hospital, informó The New York Post.
Epstein había sido trasladado previamente a una unidad de vigilancia de suicidios después de haber sido encontrado inconsciente en su celda con marcas en el cuello el 23 de julio, una semana después de que su solicitud de fianza fue rechazada.
Tráfico sexual de menores
El multimillonario fue arrestado el 6 de julio, más de 10 años después de que una investigación previa terminara en un acuerdo de indulgencia. La Fiscalía argumenta que la Policía incautó como evidencia fotos de menores desnudas en el domicilio del magnate. Ante la corte, el sospechoso negó las acusaciones de tráfico sexual de menores y conspiración.
Según se detalla en la imputación de los cargos, por los que podía ser condenado hasta 45 años de cárcel, Epstein invitaba a menores de entre 13 y 16 años con el pretexto de que le dieran masajes; les pagaba de 200 a 300 dólares en efectivo y abusaba sexualmente de ellas.
La Policía estima que el número total de víctimas asciende a 38 jóvenes, pero el Miami Herald considera que la cifra ronda las 80. El multimillonario contaría con varios empleados y asociados que encontraban a las candidatas, algunas de las cuales también se convertían en reclutadoras.
Según documentos judiciales revelados un día antes de su muerte, una de las supuestas esclavas sexuales testificó que cuando era menor de edad le ordenaron tener relaciones con reconocidos políticos estadounidenses, con el príncipe Andrés de York (a quien acusó antes), "otro príncipe", un "presidente extranjero", un "conocido primer ministro", y el "dueño de una gran cadena hotelera" en Francia, de quienes no recordaba sus nombres.