El presidente de Argentina, Mauricio Macri, ofreció una conferencia de prensa en la tarde de este lunes, luego de la contundente derrota del oficialismo en las elecciones primarias y el brusco impacto económico que generó el resultado, tanto en el precio del dólar como en los mercados financieros.
"Toda elección es un mensaje y nosotros lo hemos escuchado", sostuvo Macri desde la Casa Rosada. Y añadió que espera revertir el resultado en las elecciones generales de octubre. "Estamos convencidos de que tenemos muchas cosas para proponer todavía. Va a ser una buena oportunidad para demostrar que el cambio continúa", aseguró.
"Los votos que no nos acompañaron representan una bronca acumulada de los últimos tres años y medio. Lo entendemos, estamos acá para seguir trabajando y vamos a revertir la mala elección de ayer", manifestó el jefe de Estado argentino, reconociendo el impacto de un "voto bronca" impulsado por las "dificultades".
En tanto, sobre las repercusiones económicas que tuvo el resultado electoral, señaló que "el mundo no confía en el kirchnerismo". En ese sentido, vinculó el cimbronazo financiero a la posibilidad de una nueva derrota a manos del peronismo: "Hemos tenido un día muy malo, estamos más pobres que antes de las primarias", afirmó Macri, acompañado por su compañero de fórmula, el peronista Miguel Ángel Pichetto.
"Hay un problema grave entre el kirchnerismo y el mundo. No les confían en lo que quieren hacer otra vez. Tienen que demostrar que van a hacer algo distinto a lo que hicieron antes", analizó. Y pidió que "el kirchnerismo se haga cargo".
Sin cambios en el Gabinete
Consultado por la prensa, el presidente Macri descartó que vaya a aplicar cambios en su Gabinete, ratificando así a todos sus funcionarios. "No tiendo a hacer cambios por cuestiones simbólicas", expresó, al tiempo que aseguró que el equipo económico "está trabajando para proteger a los argentinos".
El Gobierno deberá enfrentar sus últimos casi tres meses de gestión sin haber podido resolver la crisis, y con la dificultad adicional de saber que, probablemente, sea superado nuevamente por el peronismo en las generales del 27 de octubre, si es que la diferencia de más de 15 puntos expresada este domingo en las urnas se mantiene en los comicios definitorios.
"El Presidente está en control, esto no terminó. Hay un ejercicio pleno del gobierno del presidente Macri. Acá no hay transición, las elecciones son el 27 de octubre", afirmó Pichetto, para tratar de despejar dudas sobre un posible adelantamiento de las elecciones.
Macri y los funcionarios de su Gabinete tenían planeado reunirse a las 11:00 de la mañana de este lunes, pero decidieron postergar el cónclave a la espera del cierre de una jornada cambiaria frenética, en la que el valor del dólar trepó 32 % en los bancos en solo dos horas, alcanzando los 61 pesos. Finalmente, tras la intervención del Banco Central, que vendió 100 millones de dólares para contener la suba, la divisa cerró en 57,30 pesos.
Un resultado contundente empujado por el 'voto castigo'
La alianza gobernante Juntos por el Cambio —antes denominada Cambiemos— recibió un duro golpe electoral el domingo al ser superado ampliamente por el Frente de Todos, un espacio peronista ampliado que lleva como candidato a presidente al exjefe de Gabinete del kichnerismo, Alberto Fernández, y a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, como vice.
A nivel nacional, el peronismo opositor logró en estas primarias un 47,66 % de los votos, contra el 32,08 % del oficialismo. Asimismo, en la provincia de Buenos Aires, el distrito más populoso y determinante en la elección, el candidato a gobernador Axel Kicillof consiguió 49,34 % de los sufragios, frente a un 32,56 % de la gobernadora actual, María Eugenia Vidal. De mantenerse la diferencia, que muchos pronostican irreversible, el macrismo no podrá intentar revalidar su gestión en un eventual balotaje.
"Hemos tenido una mala elección" o "nadie esperaba este resultado", fueron algunas de las frases que dejó el jefe de Estado cuando salió a hablar cuatro horas después de cerrados los comicios, cuando todavía no habían sido dadas a conocer las cifras oficiales.
Prácticamente ninguna de las encuestadoras preveía semejante distancia entre los candidatos, en el marco de una fuerte polarización entre dos modelos muy diferentes que marcan la llamada 'grieta' en el país sudamericano.
En definitiva, aunque todavía falta mucho para la contienda electoral que definirá al próximo Gobierno, el mal clima económico se vio reflejado en las urnas y coloca en un brete a Macri y sus aliados.