Científicos estadounidenses publicaron hace unos meses información compilada de más de 1,8 millones de sismos de baja magnitud nunca antes detectados. Ahora, los investigadores dan a conocer importantes resultados del análisis de esos datos.
En detalle, especialistas del Instituto Tecnológico de California y el Laboratorio Nacional de Los Álamos realizaron un novedoso análisis computarizado de los datos obtenidos por estaciones de monitoreo sísmico del sur de California entre 2008 y 2017, y encontraron 10 veces más temblores que los registrados en ese periodo.
La importancia del hallazgo radica en que varios de esos sismos, de magnitudes menores a 1, fueron identificados como premonitores o precursores de grandes terremotos y, pese a que reiteradamente han aparecido en simulaciones computarizadas de movimientos telúricos, su presencia en mediciones reales era esporádica.
Esto, no obstante, previo a este análisis, que encontró que aproximadamente el 72 % de los fuertes temblores en la región fueron precedidos por los elusivos premonitores. El estudio, publicado en Geophysical Research Letters, halló además que esos sismos precursores aparecieron con una mediana de 16,6 días de anticipación.
"Estamos avanzando hacia pronósticos estadísticos de terremotos, aunque no [sean] predicciones reales de sí o no", indicó el sismólogo Daniel Trugman, coautor del estudio. Explicó que, pese al avance que significa este nuevo hallazgo, lo intricado de los datos sísmicos dificulta en gran manera pronosticar con certeza un terremoto.
"Es un poco como la historia del pronóstico del tiempo, donde se han necesitado cientos de años de progreso constante para llegar a donde estamos hoy", añadió.
Por ahora, los investigadores solo han encontrado patrones tectónicos únicos para cada sismo —no generales—, y trabajan para refinar sus análisis actuales y buscar nuevos métodos de detección que den con la clave para cerrar la grieta entre las simulaciones y la predicción real.
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