El Servicio de Investigación de Accidentes Aéreos del Reino Unido publicó este 14 de agosto un comunicado en el que afirmaba que el futbolista argentino Emiliano Sala fue expuesto a monóxido de carbono mientras viajaba el pasado 21 de enero en su avión desde la ciudad francesa de Nantes a la británica Cardiff, momentos antes de estrellarse.
"Las pruebas de toxicología determinaron que el pasajero tenía un alto nivel de saturación de COHb (el producto de combinación de monóxido de carbono y hemoglobina). Se considera probable que el piloto también habría sido expuesto a monóxido de carbono", reza la publicación.
Se detalla que el nivel de saturación de la sustancia en la sangre del pasajero era del 58 %.
Entre los síntomas que puede causar el monóxido de carbono se cuentan el vértigo, visión borrosa, pérdida de conocimiento y ataques cardíacos. "Se desprende claramente de los síntomas que la exposición al CO puede reducir o inhibir la posibilidad del piloto de manejar una aeronave, depende del nivel de esa exposición", señala el comunicado.
El fatal accidente
Emiliano Sala, delantero del Nantes francés entre 2015 y 2019, había sido traspasado al Cardiff de la primera división inglesa por 17 millones de euros, una suma récord para ese club de la Premier League.
El pasado 21 de enero, tras despedirse de sus excompañeros del Nantes, Sala voló en una avioneta Piper Malibú, perteneciente al club británico, para sumarse a los entrenamientos de su nuevo equipo. Sin embargo, al atravesar el Canal de la Mancha, la aeronave, piloteada por David Ibbotson, dejó de transmitir señales.
Tras 14 días de búsqueda, un equipo de investigadores privado comunicó que había hallado el avión del futbolista argentino a varios kilómetros de la isla de Guernsey, cerca del lugar donde el avión fue detectado en el radar por última vez antes de desaparecer. En el interior de la aeronave hallaron un cuerpo sin vida que se identificó poco después como el del jugador, lo que conmocionó las redes sociales.
El 17 de febrero cientos de personas dieron el último adiós a Sala durante su funeral, que se celebró en la provincia argentina de Santa Fe, en el norte del país, donde se encuentra Progreso, la ciudad natal del futbolista.