Tras la liberación del petrolero iraní Grace 1, detenido en Gibraltar, EE.UU. ha advertido sobre prohibiciones de visa y entrada al país para su tripulación, así como repercusiones para aquellos que trabajen con los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica iraní (CGRI), denotados por Washington como terroristas.
"EE.UU. estima que el petrolero Grace 1 asistía a los CGRI con el transporte de petróleo de Irán a Siria. Esto podría resultar en serias consecuencias para cualquier individuo asociado con el Grace 1", aseveró Morgan Ortagus, portavoz del Departamento de Estado norteamericano.