Un grupo franco-estadounidense de antropólogos ha descubierto que los aficionados al surf y a otros deportes acuáticos tienen algo en común con los neandertales.
Los practicantes de estos deportes a menudo desarrollan en la parte externa del oído un pólipo óseo que puede llegar a obstruir el canal auditivo. Esta dolencia, llamada exóstosis, se desarrolla bajo los efectos de una exposición continuada al agua fría y al viento.
Un análisis anatómico practicado a 77 cráneos fósiles de entre 40.000 y 100.000 años de antigüedad descubrió que esta patología era también muy común entre los individuos de la especie 'Homo neanderthalensis'. Concretamente, la mitad de 23 calaveras pertenecientes a neandertales estudiadas presentaban un cuadro de 'oído de surfista', señala un comunicado difundido por la AFP.
El profesor emérito de la Universidad de Washington Erik Trinkaus, quien dirigió el estudio, recuerda que un paleontólogo francés escribió sobre ese crecimiento patológico en los cráneos de algunos neandertales ya en el año 1911. Desde entonces, los ejemplos fueron acumulándose, pero hasta ahora no fueron sometidos a una evaluación profunda.
A Trinkaus este detalle anatómico le inspiró la idea de que los neandertales podían haber practicado la pesca o la caza de mamíferos acuáticos, algo que requiere "un mínimo nivel de tecnología" o, cuanto menos, "saber cuándo los peces van a subir o salir de los ríos".
Esta hipótesis es "compatible con una serie de argumentos y fuentes de datos sobre un nivel de adaptabilidad, flexibilidad y capacidades entre los neandertales", estimó el científico. Sin embargo, admitió que es difícil encontrar en sus asentamientos pruebas arqueológicas de su práctica de la pesca, como restos de peces.
Trinkaus y los miembros de su equipo abordaron los posibles vínculos entre la exóstosis en neandertales y la hipotética explotación de los recursos acuáticos en un artículo científico publicado este 14 de agosto en la revista PLOS One.