Adolescentes afroamericanos recaudan dinero para su equipo de fútbol y una expolicía les apunta con un revólver
Una mujer blanca apuntó con un arma a un grupo de adolescentes negros que se acercaron a la puerta de su casa con la intención de recaudar donaciones para su equipo de fútbol americano en Wynne (Arkansas, EE.UU.), informa The Washington Post.
El pasado 7 de agosto, cuatro menores de entre 15 y 16 años —dos de ellos llevaban puestas camisetas del equipo de su escuela secundaria— recorrieron un vecindario de la localidad vendiendo a los residentes tarjetas de descuento en tiendas para de esta manera conseguir dinero.
Sin embargo, cuando se acercaron a la casa de Jerri Kelly, de 46 años, esta reaccionó de manera completamente inesperada al apuntarles con un revólver incluso antes de que llamaran a su puerta. Según relataron, la mujer les ordenó tirarse al suelo y poner las manos en la espalda. Además, amenazó con dispararles si se movían y cuando los estudiantes le explicaron lo que estaban haciendo, los llamó mentirosos.
"Pensé que iba a dispararme en la cabeza por cómo estaba actuando", afirmó uno de los jóvenes. Cuando la Policía llegó al lugar tras recibir un reporte acerca de unas "personas sospechosas", encontró a los menores todavía en el suelo mientras la mujer les apuntaba con su arma. Uno de los agentes los reconoció y explicó la situación a Kelly, que es una exagente de la ley y cuyo esposo es administrador de la prisión del condado.
Liberada bajo fianza
Por su parte, los vecinos afirman que no vieron nada que pudiera provocar el comportamiento agresivo de Kelly. La mujer explicó a su vez que escuchó a un perro ladrando en la calle y a los jóvenes gritando, por lo que temió por su seguridad.
"Todos eran afroamericanos, y sé que esta zona residencial [es] blanca", afirmó en su declaración, agregando que su acción no estuvo motivada por el racismo.
De acuerdo con su testimonio, los chicos le parecieron "sospechosos" y por su forma de comportarse no creyó que de verdad estuvieran recaudando dinero para un equipo deportivo. Sin embargo, cuando la situación fue aclarada, admitió "sentir remordimientos".
Kelly fue arrestada y acusada de cuatro cargos de agresión con agravantes, detención ilegal y poner en peligro el bienestar de un menor. Cinco días después, salió en libertad bajo fianza, mientras que desde la prisión afirmaron que no se dio ningún trato especial a la mujer.
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