Un tirador de élite del Batallón de Operaciones Especiales (Bope) derribó al hombre armado que esta mañana temprano tomó durante más de tres horas y media a 37 personas como rehenes en un autobús en el puente Río-Niterói, en Río de Janeiro, Brasil. Todos los rehenes se encuentran en buen estado.
La Policía Militar (PM) confirmó la muerte del secuestrador, identificado como William Augusto Nascimento. Tenía 20 años y trabajaba como vigilante. Según el portavoz de la PM, Mauro Fliess, el secuestrador iba con un arma de juguete y también tenía una garrafa de gasolina. El hombre bajó del autobús y tiró un abrigo a los policías, y cuando iba a subir al vehículo fue alcanzado por el francotirador. Se escucharon seis disparos, pero todavía no se ha confirmado cuántos alcanzaron al individuo.
El secuestrador fue trasladado a un hospital. "El paciente llegó con una parada respiratoria y fue declarado muerto por el equipo médico del hospital", apunta una nota de la Secretaria Municipal de Salud.
"Tuvimos que tomar la decisión de salvar a los rehenes", comentó el gobernador del estado de Río, Wilson Witzel, quien añadió que ya se había puesto en contacto con la familia del secuestrador.
Todavía se desconoce las motivaciones del individuo, que amenazó con prender fuego al vehículo y que salió en varias ocasiones del autobús vestido con pantalones negros, una camisa blanca, una gorra negra y una bufanda negra para ocultar parte de su cara.
Trascendieron imágenes del interior del vehículo tomadas por alguno de los rehenes en las que se vio al secuestrador de pie con el rostro cubierto en el pasillo central.
"Tenemos un hombre que se identificó como un policía militar. Está amenazando con tirar gasolina al autobús, poniendo a los pasajeros en peligro. Estamos en negociaciones con él para liberar a más rehenes, no sabemos cuál es su verdadero propósito", explicó Sheila Sena, portavoz de la Policía Federal de Carreteras (PRF), al diario brasileño Globo, mientras se desarrollaba el operativo.
Cincuenta minutos después del comienzo del secuestro los negociadores del batallón de operaciones especiales llegaron para ayudar con las negociaciones. Durante el tiempo que duraron las conversaciones con el hombre, seis personas fueron liberadas. Las imágenes muestran a los rehenes saliendo poco a poco del autobús. Una mujer cae desplomada en el suelo al bajar del vehículo y ver a la PM que la espera para llevarla hasta la ambulancia.
También se desplazaron hacia el lugar ambulancias, vehículos del departamento de Bomberos, y barcos de la Armada y de Bomberos que apoyaron la acción desde la Bahía de Guanabara.
Durante la operación, las autoridades cortaron la circulación en la carretera BR-101 que comunica los municipios de Río de Janeiro y Niterói. El corte de la carretera en ambos sentidos provocó una gran retención en el puente más largo de Latinoamérica, con 13 kilómetros de extensión, que forma parte de una de las carreteras que constituye una de las principales arterias de entrada a la segunda ciudad más poblada de Brasil. Desde el Centro de Operaciones de Río (COR) se anima al uso de barcazas como alternativa al uso del puente.