Una nueva investigación del Institución Oceanográfica de Woods Hole (WHOI) con sede en Massachusetts (EE.UU.) y publicada este lunes, revela evidencia significativa de la existencia de un depósito masivo de metano en el fondo del océano, formado por reacciones químicas que no involucran materia orgánica, informa WHOI.
"Fuente de energía química"
Si bien el gas metano abundante en la atmósfera es producido por seres vivos, el origen del metano presente en el fondo marino no se había logrado entender por completo. "Identificar una fuente abiótica de metano en aguas profundas ha sido un problema con el que hemos estado luchando durante muchos años", afirmó Jeffrey Seewald, uno de los autores del estudio. Es una "fuente de energía química" creada por la geología, agregó.
En el estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Science, los científicos analizaron muestras de 160 piezas de roca del manto superior de la Tierra y de la corteza oceánica inferior, y descubrieron que casi todas contenían bolsas de metano. La cantidad de metano presente en estos reservorios oceánicos excede la cantidad presente en la atmósfera antes de la era industrial, sostuvo el autor principal del estudio, Frieder Klein.
Ambientes inhóspitos
Los investigadores demostraron que se puede formar metano en ambientes inhóspitos con tan solo la presencia de dos componentes: agua y olivino (principal mineral que compone el manto superior terrestre). Cuando el agua de mar que fluye a través de la corteza oceánica profunda queda atrapada en el olivino caliente por el magma, a medida que el mineral se enfría, el agua que permanece en el interior experimenta una reacción química formando como resultado hidrógeno y metano.
Los gases formados pueden permanecer sellados dentro de la roca hasta ser extraídos por disolución o por ruptura.
Los científicos creen además que el metano de las profundidades del mar pudo haber desempeñado un papel importante en la evolución de organismos primitivos. Incluso en otros lugares del sistema solar el metano abiótico podría ser una fuente de combustible para formas de vida básicas.