Angela Merkel propone a Boris Johnson encontrar alternativas al 'backstop' irlandés en 30 días
La canciller alemana Ángela Merkel instó al primer ministro británico, Boris Johnson, a buscar alternativas al llamado 'backstop' o salvaguarda irlandesa en 30 días. "La salvaguarda siempre ha sido una opción de seguridad hasta que ese tema se solucione [...] Se dijo que probablemente encontremos una solución en dos años. Pero podríamos encontrar una en 30 días, ¿por qué no?", expresó la canciller durante la primera visita oficial de Johnson a Berlín.
El denominado 'backstop' es un plan de contingencia para evitar que se trace una frontera física entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte tras la salida del Reino Unido de la Unión Europea. La medida, prevista en el acuerdo negociado por Theresa May y rechazado por el Parlamento británico, consiste en que el Reino Unido siga sujeto a algunas normas de la UE sobre aduanas, normas de producción y otras, hasta que ambas partes consigan negociar un nuevo acuerdo comercial.
Por su parte, Johnson sostuvo que quiere lograr un acuerdo rápido sobre el Brexit, pero pide que el 'backstop' sea eliminado por completo para evitar una salida de la UE sin acuerdo. "En el Reino Unido queremos un acuerdo, buscamos un acuerdo y creo que podemos conseguirlo", añadió.
Luego de la visita a Alemania, Johnson se dirigió a Francia, donde se reunió con su homólogo Emmanuel Macron. El presidente francés concordó con Merkel que se puede encontrar una posible solución al problema en los próximos 30 días. Según Macron, este próximo mes debe ser utilizado sabiamente para encontrar soluciones a los puntos de disputa, pero sin cambiar los acuerdos fundamentales del acuerdo de salida.
"Quiero ser muy claro: el próximo mes no encontraremos un nuevo acuerdo de retiro que se desvíe mucho del original", afirmó el presidente, quien también insistió en que cualquier acuerdo debe mantener la estabilidad de Irlanda y la integridad del mercado único de la Unión Europea.
Merkel, a su vez, precisó más tarde que habló de 30 días no para establecer un plazo fijo, sino como ejemplo para subrayar que queda poco tiempo para la salida del Reino Unido de la UE, prevista para el 31 de octubre.