La NASA está monitoreando de cerca un asteroide potencialmente peligroso que se acercará a la Tierra dentro de un mes. Según el Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS, por sus siglas en inglés), el cuerpo celestial tiene un diámetro estimado de alrededor de 650 metros, es decir, casi tan grande como el Burj Khalifa de Dubái, el edificio más alto del mundo.
De acuerdo con la base de datos del CNEOS, el asteroide, que ha sido identificado como 467317 (2000 QW7), actualmente viaja a una velocidad de alrededor de 23.000 kilómetros por hora.
Se espera que la roca espacial pase cerca de la Tierra el 14 de septiembre a las 11:54 UTC. Durante su aproximación, el asteroide estará a aproximadamente 0,03564 unidades astronómicas o alrededor de 5,3 millones de kilómetros del centro del planeta.
Aunque parece que el 2000 QW7 volará a una distancia lejana, se considera un objeto cercano a la Tierra. Los asteroides y otros cuerpos espaciales reciben esta clasificación si pasan dentro de 1,3 unidades astronómicas de nuestro planeta (una unidad astronómica es la distancia de la Tierra al Sol, o 149,6 millones de kilómetros).
¿Puede cambiar su trayectoria?
Existen ciertos factores en el espacio que pueden alterar peligrosamente su camino y provocar la colisión con nuestro planeta, según reseña The International Business Times.
Uno de ellos es el ojo de cerradura gravitacional. Esta es una región en el espacio que está muy afectada por la atracción gravitacional de un objeto grande cercano, como los planetas. Si el 2000 QW7 pasa a través de un ojo de cerradura, las fuerzas gravitacionales podrían empujar al asteroide y cambiar su trayectoria, que lo llevará directamente a la Tierra.
Otro factor importante es el efecto Yarkovsky, que ocurre cuando el calor de fuentes internas o externas afecta el giro y la trayectoria de un asteroide. Estas fuentes pueden provenir de las emisiones del asteroide o de la luz solar directa.