Trump dice que "seguramente" invitaría a Putin a la siguiente cumbre de G7, pero no está seguro de que este quiera aceptar

El mandatario estadounidense dice que no le importan las posibles consecuencias políticas de este paso.

Donald Trump ha asegurado que "ciertamente invitaría" al presidente ruso, Vladímir Putin, a la próxima cumbre de G7, que se celebrará en EE.UU., pero tiene dudas de que este acepte la propuesta.

"Mucha gente dice que tener a Rusia dentro de la habitación es mejor que tenerla fuera de la habitación", ha afirmado Trump en una conferencia de prensa en el marco de la cumbre de G7, celebrada en la ciudad francesa de Biarritz. El inquilino de la Casa Blanca ha revelado que "numerosas personas dentro del G7 se sentían de esta manera".

El presidente estadounidense dice que no le importan las posibles consecuencias políticas de este paso, porque nunca se basa, asegura, en razones políticas en sus decisiones, sino que en "lo que es correcto".

Por su parte, Emmanuel Macron afirmó que de momento no hay consenso sobre el posible regreso de Rusia al G8, pero agregó que el país organizador de la cumbre puede invitarla al evento como Estado invitado.

Desde el año pasado, Washington ha manifestado su creencia de que Moscú debería formar parte del G8.

La semana pasada, el mandatario norteamericano aseguró que sería más apropiado que Moscú fuera miembro del grupo. Además, el líder estadounidense explicó que Washington insistió en su momento en la exclusión de Rusia del G8, ya que "Putin le ganó la partida a Obama".

Este lunes, el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, aseguró que su país no ha comentado con ninguna nación su posible regreso al formato G8, y no pretende hacerlo.

El G7 es un grupo de países económicamente desarrollados integrado por Reino Unido, Alemania, Italia, Canadá, EE.UU., Francia y Japón. El grupo existió bajo el formato G7 entre 1976 y 1997, pero tras la incorporación de Rusia se convirtió en el G8. En 2014, a consecuencia de la situación en Ucrania y el empeoramiento de las relaciones entre Rusia y Occidente, Moscú dejó de formar parte del grupo.