Cirujanos plásticos cosen la mano de un hombre a su ingle por dos semanas para evitar amputársela
Un carpintero británico que sufrió un accidente laboral y acabó con una mano cercenada casi por completo se salvó de sufrir una amputación gracias al minucioso trabajo de reconstrucción microvascular de los cirujanos, informa The Telegraph.
La intervención quirúrgica, que duró aproximadamente 17 horas, fue practicada en el hospital Saint George de Londres en el mes pasado de mayo.
Anthony Lelliott, el paciente, fue trasladado de urgencia al hospital luego de que el disco metálico de una sierra tronzadora le atravesara la mano izquierda desde la base de la palma llegando prácticamente hasta debajo de los dedos.
Advertencia: la siguiente imagen puede herir su sensibilidad
— Redwing BI (@Redwing_BI) August 28, 2019
Como un rompecabezas
Como si fuera un rompecabezas, los doctores fueron reconstruyendo esa extremidad, reconectando uno por uno los vasos sanguíneos, nervios, ligamentos y fragmentos de tejido óseo. Para ello, utilizaron injertos nerviosos y venosos extraídos de su antebrazo y uno de sus pies, respectivamente.
A pesar sus esfuerzos, que se prolongaron durante una noche entera, los médicos notaron que el dedo medio tenía escasa estabilidad ósea y sensibilidad, por lo cual decidieron sacrificarlo y emplear esos tejidos en la reconstrucción de la palma.
Sin embargo, aun así quedaban porciones de la palma donde faltaba piel, por lo cual los cirujanos recortaron parcialmente una porción de piel en la ingle, en forma de solapa, y cosieron allí la mano.
Un caso virtualmente insalvable
Tras dos semanas, el trozo de piel quedó arraigado en su nuevo lugar, después de lo cual los médicos lo separaron del todo de la ingle. Luego del exitoso trasplante cutáneo, Lelliott recibió tratamiento de rehabilitación y logró recuperar parcialmente la movilidad y sensibilidad en la mano.
En palabras del cirujano plástico Roger Adlard, quien participó en la intervención quirúrgica, el caso fue "probablemente la amputación más compleja" que jamás le haya tocado operar. Y estimó que muchos de sus colegas, "si hubieran visto el nivel de lesiones, habrían pensado que era insalvable".
A su vez, el propio paciente recordó haber "experiencia extracorporal" tras perder una enorme cantidad de sangre por la magnitud de las heridas. Y manifestó su gratitud por el "fantástico" trabajo de los médicos.
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