Tras el exitoso vuelo de prueba de la nave espacial Starhopper, un prototipo de la nave interplanetaria Starship, que llevaría a los humanos a la Luna y Marte, el fundador de la compañía SpaceX, Elon Musk, ha anunciado en su cuenta de Twitter que la propia Starship tratará de alcanzar una altitud de 20 kilómetros en octubre y realizará su primer vuelo orbital "poco después" de ese mes. Musk indicó que información más detallada será proporcionada el 28 de septiembre.
Mientras tanto, en otro tuit, respondiendo a un usuario, Musk dio un paso incluso más allá del futuro lanzamiento y desveló los planes de las dimensiones gigantescas de un cohete para la Starship de nueva generación. Así, un internauta le pidió a Musk construir una versión de Starship de 12 metros de diámetro más adelante. El empresario respondió que el cohete de nueva generación probablemente sería de 18 metros de diámetro.
Teniendo en cuenta que el diámetro de la nave espacial actual es de 9 metros y su altura de 118 metros, los planes anunciados por Musk duplicarían las dimensiones actuales.
Más dimensiones, más potencia
De acuerdo con el portal de noticias de las empresas de Elon Musk, Teslarati.com, si las ambiciones del multimillonario se cumplen y el supercohete que venga después mantiene sus proporciones, entonces tendría la friolera de casi 240 metros de altura. Como se puede observar en el gráfico elaborado por los especialistas de Teslarati, que compara al gigante con otros proyectos espaciales, sus dimensiones verdaderamente serían monstruosas.
Los especialistas señalan que tras duplicar el diámetro y la altura, la teórica Starship 2.0 tendría ocho veces la superficie y el volumen del tanque propulsor, requiriendo aproximadamente ocho veces más empuje y haciendo que el vehículo sea ocho veces más pesado que la Starship 1.0.
Si las suposiciones anteriores son correctas, una estimación muy aproximada aumentaría la masa bruta (alimentada) del bloque Starship 2.0 hasta unas asombrosas 40.000 toneladas métricas. Y si en este caso SpaceX decide utilizar el mismo motor Raptor de la generación actual para impulsar un cohete tan colosal, este necesitaría más de 100 Raptors para despegar, mientras el Starship 1.0 opera con 35 motores.
Un diámetro de 18 metros también lo convertiría en el cohete más ancho jamás construido, teniendo en consideración que la primera etapa S-IC de Saturno V, utilizada en la misión Apollo, tenía 10 metros de ancho y la primera etapa del Bloque A de la nave espacial soviética N-1 medía unos impresionantes 17 metros de diámetro en su punto más ancho.
No obstante, todavía no se puede decir cuán reales son los ambiciosos planes de Musk sobre el Starship de nueva generación y queda solo esperar el primer vuelo de su predecesor.
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