La NASA publicó el pasado viernes una imagen captada por el telescopio espacial Hubble de la nebulosa planetaria NGC 5307 en la constelación Centaurus, a una distancia de aproximadamente 10.000 años luz de la Tierra.
Según explican los astrónomos, una nebulosa planetaria es la etapa final de una estrella similar al Sol, que al final de su vida, se transformará en un gigante rojo. En este sentido, los expertos explican que las nebulosas planetarias nos proporcionan la oportunidad de vislumbrar el posible futuro de nuestro propio sistema solar.
Las estrellas son sostenidas por la fusión nuclear que ocurre en su núcleo, que crea energía. Los procesos de fusión nuclear constantemente intentan destrozar la estrella y solo la gravedad de esta evita que eso suceda.
Al final de la etapa de la nebulosa planetaria estas fuerzas se desequilibran y el núcleo de la estrella se derrumba sobre sí mismo, sin suficiente energía creada por la fusión. Mientras tanto las capas superficiales son expulsadas.
La imagen recién publicada, por su parte, muestra lo que queda de la estrella: las capas exteriores brillantes que rodean a una enana blanca, que son los restos del núcleo de la estrella gigante roja.
Sin embargo, este no es el final de la evolución de esta estrella, afirman los científicos. Esas capas externas todavía se están moviendo y enfriando y solo en unos pocos miles de años se habrán disipado, dejando solo una enana blanca tenuemente brillante.