El presidente electo de Guatemala, Alejandro Giammattei, planea poner en marcha un acuerdo migratorio destinado a personas de El Salvador y de Honduras que sean enviadas a territorio guatemalteco cuando soliciten asilo a EE.UU., declaró este jueves en una entrevista exclusiva concedida a RT durante una visita a Washington.
En el caso de los migrantes de otras naciones, el político guatemalteco dijo que su país no será un tercer país seguro, porque no cumple con las características para serlo establecidas por la legislación internacional. Se trata de la fórmula por la que se pretendía que Guatemala recibiera a migrantes en caso de que su solicitud de asilo en territorio estadounidense fuese rechazada.
"Es en Guatemala donde se tiene que procesar su solicitud si es interés de ellos de quedarse en Guatemala", explicó Giammattei, detallando que, de lo contrario, serán deportados a sus respectivos países. En términos generales, el político cree necesario "resolver las causas que dan origen a la migración y no los efectos".
Creación de empleo
Giammattei, que se convertirá en presidente de Guatemala el próximo 14 de enero, considera que el problema no se va a resolver "criminalizando la migración", sino mediante "el desarrollo humano". Giammattei opina que "si una persona tiene vivienda, educación, seguridad, salud y trabajo no se va" de su país. Por ello, pretende impulsar el Plan Nacional de Innovación y Desarrollo para revertir las causas de la inmigración y los bajos índices de desarrollo humano y la desigualdad que existen en el país centroamericano.
Su objetivo pasa por crear plantas de maquila para generar entre 100.000 y 200.000 nuevos empleos, lo que —asegura— hará que alrededor de un millón y medio de personas decida permanecer en el país centroamericano, al poder procurarse ingresos para su familia.
Combatir la corrupción
Por otro lado, Giammattei dijo que cuando asuma el cargo pondrá un vicecanciller de planta en Washington que tendrá a su cargo el servicio consular y migratorio de EE.UU. y de México para ayudar a resolver la cuestión de las familias separadas, así como los casos en los que no se da un buen trato a los guatemaltecos en sus sedes diplomáticas, asunto que —recuerda— ha generado "múltiples quejas". Según recordó, unos 2 millones de compatriotas viven en el país norteamericano.
Asimismo, aseguró que durante su legislatura llevará a cabo un programa "sin precedentes en la historia guatemalteca" para combatir la corrupción, con el objetivo de "rescatar las instituciones y fortalecer los procesos democráticos". De hecho, el político contestó de manera afirmativa a la pregunta de si considera que Guatemala es un peligro para la seguridad nacional de EE.UU. "Un país en el que […] alguien puede obtener un pasaporte falso representa un problema de seguridad para cualquiera", se lamentó Giammattei.
En relación a Venezuela, el político guatemalteco reconoce al líder opositor Juan Guaidó como Gobierno legítimo y no al presidente Nicolás Maduro, con el que asegura que no trabajará. Asimismo, tras conversar con el secretario de Estado, Mike Pompeo, se mostró dispuesto a presionar a la OEA y al Grupo de Lima tanto como sea necesario para que adopten una posición más firme en relación con Caracas con el objetivo de "paralizar la crisis humanitaria que se está viviendo en ese país".
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