Condenan a un padre que violó durante años a su hija, que desarrolló 2.500 personalidades a raíz del trauma

Los médicos diagnosticaron un trastorno de identidad disociativo a la mujer, que tiene serios problemas de salud tanto físicos como mentales a causa del trauma vivido en su infancia.

Un tribunal de Nueva Gales del Sur (Australia) ha condenado este viernes a 45 años de prisión a un británico llamado Richard Haynes, de 74 años, por violar y torturar entre 1974 y 1981 a su hija pequeña Jenny, que debido al trauma asociado a los abusos acabó desarrollando 2.500 personalidades, informan Daily Mail.

La familia Haynes se mudó de Bexleyheath (Reino Unido) a Sídney (Australia) en 1974, cuando Jenny, que entonces tenía 4 años, empezó a ser violada por su padre, situación que tocó a su fin tras el divorcio de los progenitores, que tuvo lugar tras el regreso a su país natal en 1981.

Según el medio británico, el pasado febrero el hombre consiguió que el juicio se aplazara, llegando a un acuerdo para declararse culpable de los 25 delitos por los que se le acusaba. Sin embargo, al cabo de unas semanas solicitó volver a declararse inocente, petición que no fue aceptada por la jueza Sarah Huggett.

En el juicio, Huggett también rechazó la petición del acusado para que se le retirara la declaración de culpablidad, asegurando que sus delitos incluían "crueldad considerable innecesaria". Tras oír la sentencia, el varón no reaccionó de modo alguno.

Los médicos diagnosticaron a la mujer un trastorno de identidad disociativo, que suele ser consecuencia de un trauma o abuso. Aunque los abusos a menudo provocaban que la pequeña sangrara, orinara y llorara, Richard los repetía diciéndole que se lo merecía y le gustaba. "Mamá no te quiere y si se lo cuentas ella morirá y será tu culpa", le dijo a Jenny en una ocasión.

"Dada la brutalidad y la violencia impuestas, no es sorprendente que Jennifer creyera lo que dijo su padre", dijo la jueza, motivo por el que —asegura— "pasaron muchos años antes de que encontrara el valor para desvelarlo".

Jennifer, que hoy tiene 49 años, lleva una bolsa de colostomía permanente que califica de "recordatorio diario degradante" de los crímenes de su padre. Asimismo, la mujer tiene problemas serios en la vista, así como auditivos, dentales y de salud mental. "Todos saben lo que hizo", aseveró la víctima. En una entrevista explicó que nunca se había dado de cuenta de que escuchar voces en su interior era algo anormal. "No sabía que se supone que solo tienes una única personalidad", dijo.