Deshielo del Ártico deja al descubierto varios oasis con amapolas y manzanillas en medio del permafrost

Una flora abundante apareció en el norte extremo de Rusia, donde previamente solo había un manto de musgos y líquenes.

Científicos rusos han descubierto algunos oasis con ecosistemas prósperos en una región ártica debido al intenso deshielo. Se trata de una zona con algunos lagos poco profundos, cubierta de una vegetación exuberante.

Según indica un comunicado de la Universidad Estatal de Tomsk, los máximos de rendimiento de hierbas en estos lugares son más altos que en los lagos secos. Los geobotánicos determinaron que el "brote de la vida" en medio de la tundra se debe al derretimiento del hielo subterráneo y la posterior subsidencia (hundimiento) del suelo.

A medida que se estaba descongelando el permafrost empezó a emitir al suelo los minerales que guardaba en la profundidad, algo que enriqueció la tierra, explican los científicos. A continuación, la creciente fertilidad y el deterioro del manto de musgos y líquenes (dado que se hunde el suelo) hicieron posible que germinasen semillas de distintas hierbas traídas por el viento y los animales.

En la zona en cuestión, situada al norte de los Urales, en la Circunscripción Autónoma de Yamalo-Nenets, los investigadores universitarios han documentado la presencia de manzanillas, dientes de león, amapolas polares, varias especies de artemisia, cereales, cárices, cola de caballo y brotes de sauce.

Incluso durante un breve período de vegetación (aproximadamente dos meses) se podría obtener una rica cosecha de hierbas y arbustos y utilizarlas como piensos para el ganado, estiman los biólogos. Además, pronostican la presencia de algunos animales silvestres que no son típicos para la región.

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