Con la ayuda del radiotelescopio MeerKAT, situado en Sudáfrica, astrónomos observaron dos enormes burbujas de electrones de alta energía a 700 años luz de distancia del centro de nuestra galaxia, desvela un nuevo estudio. El telescopio detectó dos 'burbujas' de radio gigantes en la parte superior e inferior de la región central de la Vía Láctea, que se extienden en un total de 1.400 años luz, lo que representa aproximadamente el 5% de la distancia entre el Sistema Solar y el centro de la galaxia.
Las dos estructuras de ondas de radio con forma de burbuja que sobresalían del centro galáctico fueron detectadas justo al lado de las llamadas burbujas Fermi, producto de una antigua explosión cósmica, descubiertas por primera vez en 2010.
Sin embargo, las burbujas Fermi son mucho más grandes y enérgicas, y emiten rayos gamma en lugar de ondas de radio. Las burbujas observadas probablemente se originaron a partir de un evento cataclísmico similar que involucra al agujero negro de la Vía Láctea.
Las burbujas son estructuras de gas que se pueden observar porque los electrones que se agitan dentro de ellas producen ondas de radio a medida que son aceleradas por los campos magnéticos, explica la revista Nature. Esta actividad sugiere que las burbujas son los restos de una erupción energética de gas caliente que ocurrió hace varios millones de años.
Es posible que el evento desencadenante fuera un estallido del agujero negro que se encuentra en el centro de nuestra galaxia. La energía también puede provenir de un estallido de formación estelar en la región alrededor del centro galáctico.
"La forma y simetría de [las burbujas de radio] sugieren fuertemente que un evento asombrosamente poderoso ocurrió hace unos millones de años muy cerca del agujero negro central de nuestra galaxia. Esta erupción posiblemente fue provocada por grandes cantidades de gas interestelar que cayeron en el agujero negro o una explosión masiva de formación estelar que envió ondas de choque a toda velocidad por el centro galáctico", indicó el coautor del estudio William Cotton, astrónomo del Observatorio Nacional de Radioastronomía de EE.UU.