"Este perro no merece vivir": La única hija del rey saudita, condenada por agredir y secuestrar a un fontanero en París
El 14° Tribunal Penal de París condenó este jueves a la princesa saudita Hassa bint Salman a 10 meses de cárcel en suspenso y a una multa de 10.000 euros (11.064 dólares) tras declararla culpable de complicidad en el secuestro y en la violencia ejercida contra un fontanero que trabajaba en su domicilio parisino en 2016, así como del robo de su teléfono.
La condenada —la única hija del rey de Arabia Saudita y media hermana del príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman— abandonó París hace 3 años, después del incidente, y no ha vuelto a comparecer ante el tribunal en ninguna de la audiencias.
Asimismo, el exguardaespaldas de la princesa, Rani Saida, ha sido condenado por cargos de violencia, secuestro y robo a 8 meses de cárcel en suspenso y a una multa de 5.000 euros (5.532 dólares).
¿Qué ocurrió?
De acuerdo con los fiscales, el 26 septiembre de 2016, Ashraf Eid, fontanero francés de origen egipcio, fue llamado para arreglar un lavabo en el apartamento parisino de la princesa saudita. Una vez en la vivienda, el obrero empezó a tomar fotos del baño que necesitaba, según él, para realizar su trabajo.
De repente, la princesa apareció en la puerta y al pensar que el fontanero quería tomar una foto de ella, ordenó a su guardaespaldas, Rani Saidi, que le golpeara y le quitara y rompiera el teléfono. Asimismo, la mujer saudita lo tildó de "perro que no merece vivir".
Tras esto, obligaron al fontanero a que se arrodillara y besara los pies de la princesa. El trabajador fue retenido en el apartamento de la princesa durante varias horas y fue liberado sin cobrar lo que se le debía.
De acuerdo con la defensa de la princesa, esta sospechó que el obrero había tomado la foto para venderla, ya que no circula ninguna imagen de ella desde su infancia. La defensa de Hassa bint Salman ha dicho al diario francés Le Figaro que recurrirá el fallo.
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