Alarma en las costas de Alaska por la muerte de casi 300 focas en menos de un año
El Servicio Nacional de Pesca Marina de EE.UU. (NMFS) ha iniciado una investigación por un evento de mortalidad inusual (UME) debido a que desde junio de 2018 hasta el presente se reportaron 282 focas de diferentes especies muertas en Alaska. De ellas, 119 fueron encontradas en las costas del Ártico durante el año pasado, y en lo que va de este 2019 el número llega a 163, según informan en el sitio oficial de la NMFS.
Los informes de focas varadas comenzaron a llegar de junio a septiembre de 2018. Los especialistas tomaron varias muestras de un subconjunto de focas para detectar rastros de algas nocivas y parámetros de salud. Los estudios buscan establecer los motivos del fenómeno y todavía se esperan los resultados.
NOAA Fisheries declares an Unusual Mortality Event due to elevated strandings of ice seals in the #Arctic: https://t.co/8Jkev2QZ2O#AlaskaCredit: NPS/Raime Fronstin pic.twitter.com/3v0tJfmEd0
— NOAA Fisheries AK (@NOAAFisheriesAK) September 12, 2019
¿Por qué el Servicio de Pesca Marina declarara un evento de mortalidad inusual?
La agencia de pesca estadounidense es una división de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) responsable de la gestión de los recursos marinos; declarar un evento de mortalidad es una herramienta de la que dispone esta entidad para que se aumenten los recursos para contribuir con la investigación, e incluso los ciudadanos pueden donar dinero para el Fondo de Contingencia UME.
Las focas son un alimento esencial y un recurso cultural para los nativos de Alaska. La población que vive a lo largo de la costa de ese estado entre los mares de Beaufort, Chukchi y Bering y la bahía de Bristol depende en gran medida de las focas para su alimentación y subsistencia. La caza, el procesamiento y el uso de focas son una parte importante de la cultura y el patrimonio de los nativos, ya que este animal es una fuente de alimento y sus pieles se usan para confeccionar ropa, botes y artículos de artesanía.
Los pobladores de la zona están alarmados por el aumento de la mortalidad en las focas, ya que implica un riesgo para la salud de las personas que habitan allí. Los cazadores y otros miembros de la comunidad fueron los primeros en dar aviso a las autoridades acerca de la mayor cantidad de focas muertas que se iban encontrando.