Al menos dos líderes indígenas fueron asesinados el 13 de septiembre en diferentes zonas de Colombia. Se trata de Manuel Pana, destacado líder wayuu, y Henry Cayuy, miembro de una comunidad indígena en el departamento del Cauca, según denunció la Organización Nacional Indígena de ese país (ONIC).
Cayuy fue atacado por dos hombres armados en una motocicleta mientras se encontraba con su esposa e hijos. Los hechos ocurrieron en el municipio de Páez, en el oriente de ese departamento. Al respecto, el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) aseguró que autoridades indígenas ya están investigando el caso para dar con el paradero de los responsables.
El caso de Cayuy se convierte en el 11.° asesinato a integrantes de comunidades indígenas registrado en los últimos días en el Cauca, señala la W Radio.
"Se ha perdido tanto el respeto"
Por otro lado, Pana perdió la vida cuando un desconocido lo obligó a bajar del vehículo en el que se movilizaba y luego le disparó en una zona rular del municipio de Maicao, en el departamento de la Guajira, recoge el diario El Tiempo.
El líder integraba la Junta Autónoma Mayor de Palabreros por los Derechos Humanos y era una autoridad tradicional de Karaquita, un resguardo étnico del municipio. "Asesinar a un Palabrero es atentar contra la cultura del Pueblo Wayuu. Se ha perdido tanto el respeto", escribió en Twitter Oscar Montero, miembro de la ONIC.
Este sábado, la vicepresidenta colombiana, Marta Lucía Ramírez, rechazó el "asesinato absurdo" del líder wayuu e hizo un llamado al comandante de la Policía de la Guajira, el coronel Henry Manuel Sandoval, para tomar cartas en el asunto. Recientemente Ramírez anunció que el criminal responsable ya ha sido identificado y que se trata de "una persona cercana a la víctima".
Escalada de asesinatos a líderes sociales
A principios de este mes la ONIC denunció el homicidio de tres lideresas en Arauca y Cauca. Se calcula que al menos 167 representantes de las comunidades indígenas han sido asesinados desde la firma del acuerdo de paz con las FARC. Montero afirmó entonces que el conflicto armado en el país no ha terminado y que los líderes sociales se convierten en víctimas por oponerse a la venta de drogas.
En agosto, el CRIC se declaró en estado de emergencia a causa de una ola de asesinatos de representantes indígenas en la zona. En un comunicado, el Consejo llamó la atención sobre "la persistencia y el incremento de hechos violentos con altos índices de robos, atentados, asesinatos, amenazas, desapariciones, y reclutamiento de jóvenes" y denunciaron una "respuesta institucional insuficiente".
En lo que va de 2019 y hasta el mes pasado, la ONU reportó 36 asesinatos de integrantes del pueblo nasa del norte del Cauca, sumados a más de 53 amenazas de muerte y ocho atentados.