Irán confisca una embarcación en el golfo Pérsico por presunto contrabando de combustible diésel a los EAU

La embarcación fue detenida en el golfo Pérsico por presuntamente contrabandear 250.000 litros de combustible diésel a los Emiratos Árabes Unidos.

Los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (CGRI) han confiscado una embarcación en el golfo Pérsico por presuntamente contrabandear 250.000 litros de combustible diésel a los Emiratos Árabes Unidos, informa la agencia ISNA.

El buque "fue detenido cerca de la isla iraní de Tumb Mayor en el golfo Pérsico", y su tripulación "ha sido entregada a las autoridades legales en la provincia sureña de Hormozgán", precisa la agencia, que no ofrece detalles sobre las nacionalidades de los tripulantes.

El barco navegaba desde Bandar Lengeh (Irán) hacia las aguas de los Emiratos Árabes Unidos, y fue capturado a unos 32 kilómetros al este de la isla, informó la televisión estatal iraní citando al general de brigada Ali Ozmayi.

"Los 11 miembros de la tripulación del barco han sido arrestados", agregó el militar.

Según AFP, la televisión estatal transmitió imágenes desde la cubierta de un barco del tamaño de un arrastrero, con escotillas abiertas que dejaban ver tanques llenos de lo que parecía ser combustible.

Irán promete liberar "en unos días" el petrolero británico Stena Impero

Por otro lado, el Ministerio de Relaciones Exteriores iraní ha anunciado esta misma jornada que su país podría liberar en breve el petrolero británico Stena Impero, incautado en el estrecho de Ormuz el pasado 19 de julio.

"La audiencia en la corte sobre esto está casi terminada, hay varios pequeños trámites que se resolverán en los próximos días y el barco será liberado", ha indicado el portavoz de la Cancillería, Abbas Mousavi.

Ataques contra refinerías sauditas

La detención se produce en medio de una nueva escalada de tensión en la región tras los ataques con drones lanzados el pasado sábado contra dos refinerías en el este de Arabia Saudita, y las posteriores acusaciones de EE.UU., que señalan a Irán como responsable, algo que la República Islámica desmiente.