Northrop Grumman, uno de los más importantes contratistas de defensa de EE.UU. y del mundo, comenzó a ensamblar el primer prototipo del bombardero estratégico furtivo B-21 Raider, informó el portal especializado Flightglobal, remitiéndose al jefe de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, Matthew Donovan.
La compañía se adjudicó en 2015 el contrato para el desarrollo y producción de bombarderos B-21 y terminó en 2019 el diseño respectivo, concebido bajo el esquema de 'ala voladora'. La certificación de aviones para el transporte y uso de armas nucleares se llevará a cabo varios años después de la adopción de ese modelo por la Fuerza Aérea.
Se espera que el nuevo bombardero estratégico entre en servicio para los Estados Unidos a mediados de la década de los 20. En total, el Pentágono tiene la intención de comprar al menos 100 aviones de este tipo.
Una vez adoptado, el B-21 reemplazaría gradualmente a los viejos bombarderos B-52 Stratofortress y los bombarderos furtivos B-2 Spirit, también fabricados por Northrop Grumman.
La suerte del predecesor: B-2 Spirit.
Con solo 20 ejemplares en servicio y a un fenomenal precio de 2.000 millones de dólares cada uno, el B-2, que se utilizó por primera vez en los bombardeos de Yugoslavia, en 1999, resultó una aeronave sumamente compleja.
Es difícil mantenerlo operativo, porque su cubertura antirradar exige un constante y costoso mantenimiento. Por cada hora que el B-2 está en el aire, se requieren 53 personas/hora de mantenimiento.
En julio de este año, el subjefe de personal de la Fuerza Aérea de EE.UU., Stephen Wilson, anunció que el primer vuelo del B-21 está programado para principios de diciembre de 2021. Todavía no se han revelado otros detalles sobre el prometedor avión estadounidense.
La 'competencia' principal
El rival ruso de Northrop Grumman y principal fabricante de bombarderos pesados de ese país, la compañía Túpolev, comenzó en agosto de 2019 a ensamblar el primer prototipo del bombardero estratégico furtivo del proyecto PAK-DA.