Una mujer migrante hondureña y su hijo murieron ahogados cuando intentaban cruzar el río Bravo, que divide México y EE.UU., ante la desesperación de reunirse con su familia.
Autoridades del Consulado de Honduras en McAllen, Texas (EE.UU.), informaron el martes 17 de septiembre que las víctimas traían documentación hondureña. Por su parte, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) señaló que ambos murieron en la mañana del 11 de septiembre.
El nombre de la mujer ahogada es Idalia Herrera, de 27 años, quien permaneció dos meses en un campamento de Matamoros, en el estado de Tamaulipas (en la frontera norte de México), junto con su hijo Iker Córdova, de 2 años. Los migrantes eran originarios de la comunidad de El Limón, en Nacaome Valle (Honduras).
En entrevista con Noticias Telemundo desde Charlotte, Carolina del Norte (EE.UU.), el esposo de Idalia explicó que habían huído de Honduras porque "allí no se puede vivir", con "tanta delincuencia" y "tanta pobreza".
Elmer cruzó la frontera junto con sus dos niñas, de 7 y 5 años, pero su esposa y su otro hijo fueron deportados a México. Idalia tenía cita ante la corte de inmigración de EE.UU. en noviembre. En los últimos días, según explicó el esposo, se encontraba mal y tenía fiebre, después de dormir en el suelo.
De acuerdo con algunas compañeras migrantes que conocieron a la mujer hondureña en el albergue de Matamoros, la desesperación por reunirse con su esposo y otros dos de sus hijos que vivían en EE.UU., la hizo tomar la decisión de intentar cruzar el río.
"Nosotros le dijimos varias veces que no lo intentara, porque si volvía a caer, siempre la iban a retornar para acá, pero ella dijo que no, que por sus hijas lo iba a volver a hacer", dijo Elsa Marilí Portillo, una de las mujeres que conoció a las víctimas en entrevista con la cadena Univisión. "Tenía la ilusión, igual que todos acá, de reunirnos con nuestras familias", añadió.
Idalia y el pequeño Iker fueron arrastrados por las corrientes del río, sin que nadie pudiera rescatarlos. Autoridades de EE.UU. se movilizaron para recuperar los cuerpos de ambos.
Desde octubre de 2018, se han registrado 35 muertes en ese sector del río.
Entre los fallecidos se encuentra el salvadoreño Óscar Alberto Martínez Ramírez, de 25 años, quien se ahogó abrazado a su bebé, en junio de 2019. La fotografía de ambos cadáveres provocó una enorme conmoción.