El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, actuó de forma "ilegal" al suspender la actividad en el Parlamento de su país durante cinco semanas, según determinó la Corte Suprema británica.
Este mandatario solicitó esa medida a la reina Isabel II de Inglaterra, que a finales de agosto autorizó la iniciativa desde mediados de septiembre hasta la mitad de octubre.
"La decisión de aconsejar a Su Majestad" que suspendiera el Parlamento "fue ilegal porque tuvo el efecto de frustrar o impedir" que desempeñara "su función constitucional sin una justificación razonable", reza el resumen del fallo judicial.
La entrada en vigor de esta suspensión imposibilitó que los diputados británicos aprobaran medidas que impidan que Reino Unido salga de la Unión Europea sin un acuerdo. Ahora, 11 jueces de la Corte han determinado por unanimidad que ese cierre es "nulo y sin efecto".
Está previsto que Reino Unido abandone la UE el próximo 31 de octubre, con o sin acuerdo.
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