El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, en una entrevista con el diario ruso Kommersant ha sugerido que ha llegado el momento de plantear la cuestión de trasladar la sede de las Naciones Unidas a la ciudad rusa de Sochi, después de que EE.UU. denegara los visados a decenas de diplomáticos, intérpretes y varios funcionarios —como el jefe de la agencia espacial rusa Roscosmos, Dmitri Rogozin— que formaban parte de la delegación rusa para asistir a la Asamblea General de la ONU en Nueva York.
Con respecto a esta situación, el ministro ha indicado que la gran mayoría de estas personas anteriormente había ingresado repetidamente al territorio estadounidense para participar en varios eventos de la ONU u otros actos.
"El único de esta lista [a quien ya habían prohibido la entrada a EE.UU.] era el jefe del Departamento de No Proliferación y Control de Armas (DNKV, por sus siglas en ruso), a quien anteriormente no dejaron participar en eventos de desarme [en EE.UU.] aunque fue nombrado jefe de la delegación de expertos", ha revelado Lavrov.
El canciller ruso ha hecho hincapié en que Moscú "naturalmente" protestó, porque EE.UU. como país anfitrión de la sede de la ONU tiene la obligación de facilitar la oportunidad de participar en los eventos de la ONU a todos los miembros de esta organización.
Lavrov ha explicado que esta actitud de Washington se basa en la llamada "exclusividad de EE.UU.". "Ellos creen que pueden hacer lo que les dé la gana, mientras el resto debería hacer solo lo que ellos les permiten", ha lamentado, indicando que Moscú tomará medidas de respuesta.
"Sochi se las habría arreglado sin asperezas"
"Cuando al mencionado jefe del departamento especializado DNKV —que debía asistir a una reunión de la comisión de desarme de la ONU en abril de este año— no se le concedió entonces el visado, propusimos formalmente no celebrar esta sesión de la comisión en el territorio de EE.UU., si algunas de las delegaciones no tendrían derecho a enviar allí a la persona que consideran indicada para representar su postura y defender sus intereses", ha revelado Lavrov.
"Ahora, aparentemente, será necesario plantear la cuestión de qué hacer con la sede de la ONU", ha subrayado.
EE.UU. cree que puede hacer lo que le dé la gana, mientras el resto debería hacer solo lo que se les permite
Ha recordado que en la época cuando se discutió la creación de la ONU y la ubicación de su sede, el entonces líder de la URSS, Iósif Stalin, propuso que se ubicara en Sochi. "Esto resultó ser perspicaz", ha señalado en ministro. Ha aseverado que a día de hoy "Sochi definitivamente se las habría arreglado sin asperezas", ya que la ciudad fue preparada en toda regla para "la celebración de los Juegos Olímpicos y todos los demás eventos que tuvieron lugar allí después".
Anteriormente, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, tachó de vergonzoso para Estados Unidos el hecho de que Washington denegara visados a varios miembros de la delegación de su país para asistir a la Asamblea General de la ONU en Nueva York. De igual forma, las autoridades norteamericanas se negaron a conceder visa a los participantes rusos en la conferencia sobre el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares.
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