El último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU ha expuesto la necesidad de tomar medidas urgentes para "abordar cambios perdurables en los océanos y la criosfera que no tienen precedentes" y que los están afectando a consecuencia del deshielo y la consecuente subida del nivel del mar.
En la elaboración del informe participaron más de 100 autores de 36 países, quienes evaluaron la bibliografía científica más reciente para ofrecer "pruebas abrumadoras" de que el calentamiento global —que ya es de un 1 °C con respecto a los niveles preindustriales— entraña consecuencias graves para los ecosistemas y la humanidad.
"La fusión de los glaciares y los mantos de hielo provoca la subida del nivel del mar, y los fenómenos extremos costeros son cada vez más violentos [...] que tienen lugar, por ejemplo, durante las mareas altas y las tormentas intensas", reza el comunicado de prensa del IPCC publicado este 25 de septiembre.
El nivel del mar seguirá subiendo
Este organismo intergubernamental de la ONU hace hincapié en que "con cada grado de calentamiento adicional, aquellos fenómenos que en el pasado se producían una vez cada 100 años tendrán periodicidad anual, o cada 50 años, en muchas regiones, agravando los riesgos a los que están expuestas muchas islas pequeñas y ciudades costeras de baja altitud".
Según el informe, el nivel del mar seguirá subiendo "durante siglos". "De aquí al 2100 podría llegar a registrarse una elevación de entre aproximadamente 30 y 60 centímetros, incluso aunque se logre una reducción drástica de las emisiones de gases de efecto invernadero y el calentamiento global se mantenga muy por debajo de 2 °C". Con ello, los científicos advierten que "si las emisiones siguen aumentando con fuerza, la subida del nivel de las aguas podría ser del orden de 60 a 110 centímetros".
Entre otras consecuencias del cambio climático el informe cita el impacto negativo en los ecosistemas oceánicos y el deshielo del permafrost, que almacena grandes cantidades de carbono orgánico, y podría incrementar significativamente la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera.