Los cerca de 300 guepardos salvajes que viven en el Cuerno de África están en peligro de extinción porque cada año les quitan otros tantos cachorros para venderlos como mascotas a personas adineradas de Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos (EAU), ha declarado la animalista Laurie Marker al diario británico Daily Mail.
Esta representante del Cheetah Conservation Fund (Fondo para la Conservación del Guepardo, en español) asegura que ente 2/3 y 3/4 de estas crías capturadas en Etiopía, Somalia y en el norte de Kenia terminan en manos de millonarios porque estiman que son "un símbolo de estatus" y les permiten presumir en sus redes sociales.
En ese tráfico, los contrabandistas obtienen incluso más de 6.000 dólares por cada ejemplar que venden —en ocasiones, a través de Instagram y Facebook—, pero alrededor del 75 % de felinos mueren durante el traslado y casi todos fallecen al cabo de dos años porque sus dueños no saben cómo cuidarlos.
Por su parte, tanto Arabia Saudita como EAU poseen leyes que prohíben poseer guepardos como mascotas, pero esa normativa no se aplica cómo debería y Marker asegura que "personas influyentes como jeques y príncipes deberían decir a su gente que no deberían hacer esto".
Para paliar esta situación, esta conservacionista traslada a algunos guepardos a un refugio ubicado en Somalilandia, una región autónoma de Somalia, pero la mayoría de los cachorros muere porque los raptaron cuando eran demasiado pequeños y no pueden desarrollar su instinto de supervivencia.
De hecho, Laurie Marker desea concienciar tanto a los países de África como a los de Oriente Medio debido a que esta especie se podría extinguir en los próximos dos años si no se toman medidas para acabar con este comercio.