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"Gracias al Ejército ya estamos aquí": desplazados sirios regresan a sus hogares en Idlib a pocos kilómetros de los terroristas
Bajo la protección del Gobierno sirio y el apoyo de Rusia, los ciudadanos ya no solo huyen del último baluarte de los extremistas, sino que comienzan a repoblar las ruinas.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Siria anunció en agosto la apertura de un corredor humanitario para civiles en la aldea de Suran, en el norte de la gobernación de Hama, bajo la protección del Ejército del país árabe y el apoyo de las fuerzas rusas.
Ahora, hasta 1.000 personas atraviesan diariamente el punto de control de Suran no solo para escapar de la provincia vecina de Idlib —el último baluarte extremista—, sino también para regresar a sus hogares a medida que se liberan más territorios en la región, aunque esto signifique vivir a pocos kilómetros de los terroristas.
"Hemos tenido que pasar mucho tiempo en el camino. Los islamistas no nos dejaban huir durante mucho tiempo, pero gracias al Ejército ya estamos aquí", relató una refugiada a RT mientras los militares revisaban sus documentos.
En la ya liberada ciudad siria de Jan Sheijún, donde antes se registraban cerca de 65.000 habitantes, ahora solo hay unas 4.000 personas —tomando en cuenta a los refugiados— que tras varios años de dominio radical intentan rehacer sus vidas en medio de los destrozos.
Mientras tanto, los militares sirios limpian a su paso los remanentes de la presencia de los extremistas del antiguo Frente Al Nusra, expulsados a mediados de agosto de Jan Sheijún. Recientemente, el Ejército sirio ha encontrado minas antipersona y antitanque, y otras armas de los terroristas, en granjas recientemente liberadas de Al Arbaén, a pocos kilómetros de la ciudad.
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